Nunnery son una de las bandas más sólidas de rock y hardcore de nuestro país sin dudarlo un segundo. El 11 de febrero presentaron en el Wurlitzer su último trabajo Saviour (Lengua Armada) bajo la producción otra vez de Santi García (Ultramarinos), un tío más asociado a la escena indie, aunque también tiene mucho que ver con el post-hardcore vía B-Core, como ellos corroboran: “Aunque se les asocie quizás con el rollo indie son dos punks y vienen y conocen esa escena así que nos entienden a la perfección. Con Santi y su hermano Víctor es siempre un inmenso placer grabar y estar conviviendo con ellos unos días”.

Se agradece que ante tanto bandazo musical dado por estas tierras, esta formación siga teniendo entre sus referencias a los míticos Refused o Alexisonfire frente a unos Pantera, Korn, Rise Against o lo que se lleve en cada momento: “El panorama musical ha cambiado. Antes ibas a un concierto o escuchabas un disco de un grupo que igual no te gustaban pero no les machacabas a críticas destructivas… se nota que se ha perdido respeto, ves comentarios hacia compañeros de la música que son vapuleados por tocar de teloneros de alguna banda ‘guiri’ o críticas muy fuertes y con muy mala baba… hay que alegrarse de que grupos de aquí sean teloneros de bandas importantes de fuera, y es bueno que grupos de aquí saquen trabajos al mercado que te puedan gustar más o menos”, dicen ellos, que con el tiempo se ganaron el respeto de la escena.

Su sonido se hace más duro. No hablamos de aquellos primigenios Nunnery Nuty de punk melódico, desde luego, pero echando una vista atras a su primer disco con esta denominación, Friends at Work, las bases son mucho más pesadas, basándose en el hardcore, han conseguido sonar más contundentes: “Nuestra música se gesta escuchando mucha música y no cerrándose a nada. Está claro que somos un grupo de hardcore, de allí salimos y así seguimos en actitud. En lo que a música respecta pero también dejamos que afloren diferentes matices ya que todos escuchamos de todo. Tampoco creemos que sea más duro que los anteriores, eso sí buscamos que los temas sean más directos, sin irnos por las ramas, que fueran más parecidos a como sonamos en vivo”.

Es su tercer trabajo y han pasado cuatro años del anterior. Mucho tiempo que puede minar las ganas de tirar para adelante, y que en su caso fue impuesto por causas mayores. “Nos hubiera gustado grabar antes, pero estuvimos liados componiendo nuevo material y tocando sin parar. Las ganas nunca se pierden, aunque pase el tiempo. Aparte se alargó ya que cuando estábamos grabando voces se produjeron dos fallecimientos en dos semanas seguidas y se retrasó todo. Pero en ningún momento nos agobiamos y eso nos da fuerza a todos. La adversidad te destruye o te hace más fuerte. Por eso el título Saviour, que quiere decir salvador, pero no en el sentido religioso sino en el sentido de que la música nos ha salvado y refugiado de todo agobio o adversidad”. nunnery.biz