Su primer álbum Edge Of Insanity, publicado en 1986, significó un importante trampolín en una carrera ascendente que ha incluido once discos en estudio como artista en solitario, además de relaciones con bandas como Planet X, CAB, Ring Of Fire, Devil’s Slingshot y Seven The Hardway, sin olvidar sus colaboraciones junto al propio Steve Vai.
La trascendencia que los discos instrumentales facturados por virtuosos guitarristas tenían hace décadas no es la misma que en la actualidad. La época de mayor aceptación tuvo su momento y ahí construyeron su prestigio guitarristas como Tony, ganando miles de seguidores. Los mismos que, seguramente, celebraran el que haya lanzado una nueva muestra de su imaginativa creatividad, la primera con nuevas composiciones desde que en 2001 publicara Chromaticity. Obviamente, este tipo de música está orientada hacia un público en particular, conocedor de la categórica destreza de su artífice.
En esta oportunidad, ha contado con la colaboración de dos baterías, Virgil Donati, viejo conocido de otros proyectos, y Marco Minnemann. Del resto, es decir, guitarra, teclados, bajo y programaciones, se encarga Macalpine, exceptuando la colaboración de Philip Bynoe a las cuatro cuerdas en uno de los temas.
En el presente, nos encontramos con un Tony Macalpine menos agresivo que en su etapa inicial, aunque sigue manteniendo su inherente habilidad a salvo de cualquier duda. Podríamos situarlo en una línea de sofisticada madurez que ha dejado de lado los arrebatos de juventud para momentos puntuales. Y, a pesar de la evolución que pueda haber mantenido a través de años de actividad, sigue ofreciendo música cuyas constantes vitales son fieles a su legado como, “Serpens Cauda” y “Ölüdeniz”, cortes que abren la grabación instalados en los desarrollos guitarreros energéticos y los ejercicios solistas de reconocida efectividad, los mismos que podremos descubrir en “Fire Mountain”, aquí más adornados con injertos armoniosos y un pequeño guiño jazzístico que volveremos a encontrar con mayor incidencia en “10 Seconds To Mercury”, donde la fusión del jazz con los perfiles metálicos ofrecen su mejor representación.
En un enfoque con mayor predominio del sentimiento sobre la energía nos encontramos temas como, “Dream Machine”, “Blue Maserati”, “Summer Palace” y “Salar De Uyuni”, mientras que “Angel Of Twilight” nos muestra al Macalpine más complejo con intrincados giros estructurales y explosivas demostraciones de shred, las que se vuelven a apreciar en toda su dimensión en la espléndida “Pyrokinesis”.
“Flowers For Monday”, es la concesión sosegada en forma de interludio acústico de guitarra y piano, para poner punto final a la grabación con uno de sus habituales acercamientos a los compositores clásicos, en este caso con “The Dedication” de Robert Schumann.
Sin llegar a la altura de su mejor etapa, el guitarrista estadounidense exhibe un fantástico estado de forma, el cual los seguidores españoles podrán ver en directo en su gira por España.
CALIFICACION: 7,25/10
GRUPO: Tony Macalpine
TITULO: Tony Macalpine
DISCOGRAFICA: Favored Nations
AÑO: 2011
PAIS: Estados Unidos
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ