Paso a paso, poquito a poco, y casi sin darnos cuenta, los navarros Berri Txarrak se han convertido en uno de los principales referentes de la escena metalera. Nos sentamos con Gorka Urbizu (guitarra y voces), David González (bajo) y Galder Izaguirre (batería), que nos cuentan cómo fue el proceso de grabación de su séptimo trabajo, Haria, deseosos de comentar las rarezas y genialidades de su productor Ross Robinson.
Hemos podido seguir la grabación de Haria mediante vuestro blog, dónde dejábais vuestras impresiones personales y muchas fotos curiosas, ¿quién se encargó de actualizarlo?
Gorka: David escribió uno [artículo] y todos los demás yo. Galder, una vez grabadas las baterías, estaba más con el tema de la portada, fotos… y cocina (risas).
El centro de muchos artículos era vuestro productor Ross Robinson, una persona muy importante en el mundillo, y supongo que también muy caro…
Gorka: (risas) barato no es, pero tiene varios baremos, obviamente no nos cobra lo mismo que a The Cure, si le gusta una banda tiene en cuenta otras cosas. Siempre será más caro que grabar aquí [en España] con cualquier productor sin tanto renombre, pero es la apuesta del grupo. Además The Cure grabó en su propio estudio en Londres, nosotros en casa de Ross.
¿Qué otras opciones valorásteis aparte de Ross Robinson?, porque dentro de vuestro sonido parece que habéis ido directamente a por el “más gordo”.
Galder: es un productor en el que coincidíamos los tres, así que no había que buscar más.
David: ha trabajado muchas vertientes en los 90, metal , nu metal… pero luego es my versátil y puede hacer tanto un disco de Sepultura como uno de The Cure, At The Drive-In o The Klaxons. Creo que tiene un abanico muy amplio y nos sentíamos bastante identificados porque nosotros tampoco nos encasillamos en ningún estilo.
Gorka: luego, si repasas la discografía de los grupos que ha grabado, normalmente el disco de Ross Robinson es el mejor, o al menos es especial. No sé si pasará con The Cure, pero generalmente ha pasado, Slipknot, At The Drive-In, Glassjaw… todos tienen un toque especial y crudo, y es porque hay una persona detrás que tiene una forma de trabajar que saca lo mejor.
Leyendo el blog veíamos que estábais flipados por como os trataba, animando y motivando como si fuera un entrenador de fútbol.
Galder: es un motivador nato.
David: es curioso que no empezamos a grabar hasta el sexto o séptimo día, ya que quería que nos hiciésemos al lugar y conocernos. Fue un juego psicológico, lo primero que hizo fue sacarnos a tomar una cerveza y analizarnos, el perfil de cada uno, cómo interactuábamos entre nosotros, quién era más tímido, quién más alborotador, para ir viendo la actitud del grupo. Trabaja mucho el aspecto psicológico, más que el musical, le interesaba más la persona que el músico en sí.
También decís que ha sido vuestro primer productor-productor, ¿significa que ha metido mucha manos en los temas?
Gorka: menos de lo que él decía que hacía con otras bandas.
Galder: la historia es que normalmente él hace la preproducción con las bandas en el estudio y éstas no suelen ir con los temas cerrados, tienen más o menos las ideas pero cierran los temas en esa preproducción. Nosotros es que fuimos con todos los temas bastante cerrados, Ross vió que los temas estaban bien configurados y que funcionaban, así que propuso algunos arreglos, pero ningún cambio en la estructura [de las canciones].
Gorka: nos decía, “normalmente paso 10 días ensayando con la banda, perfilando y cerrando las canciones, y con vosotros no ha hecho falta”.
¿Cuántos días os llevó la grabación?
Galder: 50 días. Fue un poco rara la distribución del tiempo que hizo, porque para la mezcla eran 15 días y finalmente se dejaron 6. Los primeros días el ritmo fue muy lento, un día libre, otro día libre, otro sólo por la mañana… ganamos tiempo de preproducción pero luego anduvimos con el culo raspao.
Gorka: no le gustaba hacer planes, incluso de un día para otro era complicado saber qué ibas a hacer al día siguiente, “-¿mañana seguimos con guitarras? -ya veremos…”. Según la vibración que tenía o el ambiente que veía se hacía una cosa u otra.
David: hay productores que piensan que un disco no tiene que tener un tiempo para hacerlo, que debería estar prohibido tener un límite. Ross funcionaba por el día a día, no sabías muy bien qué iba a pasar a continuación.
Galder: todos los días se iba con la bici a las montañas de Malibú, aunque esté con el culo pelado porque te vas en 3 días, él no deja de hacerlo. Hay cosas que no cambia aunque haya un terremoto. Cuando llegaba de montar en bici, sobre la 13:30-14:00, le esperábamos preparados.
Gorka: luego, cuando se ponía, eran horas muy productivas, se trabajaba a saco y veías que llevaba las canciones a otro nivel.
David: ten en cuenta que él trabaja con lo oídos y el desgaste es mayor, el tiempo que tienes para trabajar al 100% tiene un límite, siempre puedes continuar, pero él prefería parar, descansar, y retomarlo con más energía.
Galder: lo daba todo en la grabación, era capaz de estar una hora buscando el sonido que tenía en la cabeza.
Además parte de la grabación fue llevaros a saraos, conciertos y fiestas, que es parte de su vida allí.
Gorka: él allí es una celebrity, pero está un poco de vuelta de eso, no le gusta ese ambiente y si sale es por compromiso, no porque le apetezca irse de fiesta. Cuando tenía eventos públicos de ese tipo siempre te invitaba. Incluso cuando ibas a hacer la compra, iba contigo y nos recordaba en el coche “estamos haciendo un disco, ahora mismo, aunque no estemos con los instrumentos, todo os va afectar y va a ser bueno para el disco”. Tenía un punto espiritual muy marcado.
Galder: luego también nos tenía como un grupo primitivo, extraño, muy puro. Nos decía que eramos una banda de verdad y nos quería preservar de todo ese mamoneo, nos protegía de toda esa historia, igual le preguntabas por grupos o por famosos y él intentaba que estuviéramos al margen de todo eso.
Gorka: a él le apetece estar con su novia, montar en bici y grabar, esa es su vida.
La frase que define perfectamente el disco es que Ross Robinson había añadido capas y más capas a cada canción: guitarras distorsionadas, diferentes ritmos, ¿érais conscientes de ello?
David: eso viene a raiz de la metodología que hemos empleado. Salvo Galder, que sí grabó todas de golpe, hemos trabajado cancion a canción. Gorka y yo hacíamos una canción al día, y hasta que no estuviera acabada no pasábamos a otra. De esta manera [Ross] visualizaba canción a canción, y dentro de cada una parte por parte. Hay sonidos distorsionados muy variados, varias guitarras, sonidos diferentes para cada estrofa, otro para el estribillo…
Gorka: con la referencia del disco anterior [Payola], la diferencia es obvia, venimos de un disco tan austero, tan crudo, grabado en 8 días en analógico y sin edición, y hemos pasado a otra etapa. Si comparas este disco [Haria] con cualquier otro que hayamos hecho hay un plus, un montón de detalles.
El tratamiento de la voz también parece muy diferente, da la sensación de que está hecha por partes, como los raperos que cada frase proviene de una toma diferente.
David: Gorka estuvo cantando desde el primer día hasta el último, ventitantos, cuando acabábamos todas las noches cantaba lo que hubiera, el primer día una canción, el segundo dos, el tercero tres y así, y Ross lo grababa todo. Buscaba curtir la voz y además hizo una selección de las mejores tomas, y así las mejores estrofas pueden estar cogidas del día 4, los estribillos del día 6. Fue una mezcla para encontrar el punto más sincero y auténtico.
Gorka: así aprovechaba para hacerme al micrófono, y notaba que te olvidabas que estabas en un estudio. A veces en un estudio tienes la sensación de estar en un quirófano o en el dentista, con prisas, con luces que no molan. Al hacerlo tantos días sabía que cada noche iba a cantar y me olvidaba de todo, cantaba de pie, saltando, descalzo, feliz… (sonríe), muy entregado a la canción.
Galder: le hizo cantar tanto desde el principio porque decía que el punto guapo de la voz lo consigues cuando estás de gira mucho tiempo, quería conseguir una voz un poco cascada, con mucho cuerpo.
Gorka: si sonaba muy perfecto no valía, paraba echando hostias (risas).
David: lo que acabo de explicar parece que es para trampear y que estén las mejores voces, las mejor cantadas técnicamente, pero era todo lo contrario, a Ross el día que gorka cantaba demasiado bien no le gustaba.
Gorka: a veces me equivocaba en alguna letra, tenía q ser P y era una T, se lo decía, le miraba y me gritaba “¡no voy a cambiar nada!” (risas).
David: “¡¡ha sido una nota desafinada que no vamos a cambiar!!” (risas).
Gorka: tenía afición a los fallos, “de los fallos sale lo mejor”, y mola (risas). Que se note que hay humanos tocando, aunque a veces era demasiado radical en eso (risas).
Texto: Rafael Mozún