Suele la carretera, máxime en estos tiempos de poco dispendio y mucha trinchera, hacer compañeros de cama tan extraños como los del doble cartel que nos ocupa, curiosa mixtura de dos visiones tan a priori antitéticas como la de Jettblack, británicos revivalistas del hard rock norteamericano de finales de los 80 y principios de los 90, y la de los venusianos Valient Thorr, inclasificables bárbaros de metálico músculo y tuétano punk. Cosas más raras se han visto y más inverosímiles aún las hemos de contemplar a buen seguro, aunque en el fondo no deberían dejar de verse como lo que son, una excelente oportunidad para que el sector más desprejuiciado del público tenga un poco de todo por el precio de un solo ticket.
Jettblack fueron los primeros en pisar las tablas ante una reducida pero animosa concurrencia dispuesta a disfrutar lo bueno y lo mejor que atesora Get Your Hands Dirty (Spinefarm, 2010), muy meritorio álbum de debut con el que los de High Wycombe fijan su mirada en el hard rock y el sleazy que arrasaron en el mundo entero hace la friolera de 25 años, aportándole frescura desde la fidelidad a los cánones y redondeando una colección de canciones rebosantes de pegadizas melodías que podrían convertir a casi cualquiera de ellas en un auténtico hit single.
Realmente corta se hizo la escasa media hora en la que, a pesar incluso de la ausencia de su convaleciente batería titular (sustituido para la ocasión por Aaron O’Sullivan de Ten Ton Tabby), poco se pudo echar en falta más allá quizás de un mayor dinamismo escénico por parte del dúo de guitarristas/vocalistas, si bien el cómputo global no pudo ser menos que excelente, especialmente en la medida en que bandas y conciertos como éstos suponen un auténtica revitalización del género, tanto entre los aficionados más veteranos como a través de los muchos jóvenes que a él atraen.
Setlist: Slip It On / Mother Fucker / Two Hot Girls / When It Comes To Lovin’ / Fooled By A Rose / Holding / Get Your Hands Dirty
Todo lo contrario, en lo que a desgaste físico se refiere, cabe reprocharles a Valient Thorr, cuyo intenso pase no superó la hora de duración seguramente porque tanto ellos como sus entusiastas thorriors, unidos todos en sudorosa y peluda comunión, difícilmente hubiesen aguantado el ritmo de semejante ceremonia del caos durante mucho más tiempo. Curiosamente, cabe agradecer buena parte del pandemonio allí desatado al inesperado y tardío cambio de ubicación del evento, que evitó a Valient Himself y compañía tener que encaramarse a las alturas de la sala Caracol y a cambió les permitió fajarse a gusto en el cuerpo a cuerpo que permite Copérnico, en cuyo escenario ya le pusieron las cosas más que difíciles hace cinco años a los por entonces cabezas de cartel, los californianos Fu Manchu.
Y es que las canciones de Valient Thorr exudan y demandan adrenalina y entrega corporal y sensorial absoluta, convirtiéndose cada una de ellas en un ataque casi físico que tan pronto aplasta tu cabeza como te tira por los suelos a remar como un galeote o te sumerge en un frenético pogo en el que bregar por mantener la vertical. Una demostración tan extenuante como divertida de que, a diferencia del 99% de las demás bandas, son Valient Throrr quienes fijan el listón de exigencia a su público: a sus conciertos hay que asistir preparado y en forma, que para dormirnos en un recital ya tenemos a Wilco.
Setlist: Double Crossed / Future Humans / Infinite Lives / Mask Of Sanity / Goveruptcy / Red Flag / Tomorrow Police / Night Terrors / Gillionaire / Disappearer / Heatseeker / Sleeper Awakes. Bises: Sudden Death Is Nothing / Total Universe Man
Fotos: Almudena Eced