Si los americanos no inventaron el concepto “espectáculo“, no cabe duda de que lo elevaron a una categoría antes desconocida en la Historia. Nadie como ellos para imprimir en un evento dosis de emoción y entusiasmo tales que provoquen en los asistentes la sensación de estar experimentando una ocasión única. Y tal vez sea así. Por lo menos es lo que se veía reflejado en la expresión de los asistentes a la singular velada de Wrestling que tuvo lugar en Madrid el pasado día 6 de junio.
Un espectáculo enfocado principalmente al público más joven, que temblaba de pura expectación ya desde fuera del recinto, y dentro aguardaba con los ojos centellantes el desarrollo en vivo de todo un acontecimiento que hasta el momento sólo habían podido disfrutar frente a la televisión: la WWE. Con una muy buena entrada que da fe del seguimiento que este deporte tan puramente norteamericano tiene en nuestro país, la posibilidad de ver en vivo a Superestrellas y Divas de la talla de Santino Marella, CM Punk o Beth Phoenix mantuvo a la chavalería en un estado de constante excitación a lo largo de las tres horas del evento.
Aunque la estrella de la noche sin duda fue John Cena, legiones de cuyos fans ostentaban orgullosos la camiseta oficial de la “Cenation” y acogieron su aparición con un bramido de entusiasmo. Su singular combate contra dos moles que abultaban cada una de ellas el doble que el luchador, Tensai y The Big Show, ayudados por John Laurinaitis, del que pese a todo surgió victorioso, resumió la idiosincrasia de un deporte, mezcla a partes iguales de esfuerzo y coreografía, que, sin duda, a partir de esta noche muchos de los pequeños aficionados se esforzarán en practicar. Esto a juzgar por las entusiastas patadas voladoras y piquetes de ojos que, amistosamente, los fans se propinaban en la salida.
Las sesudas interpretaciones de por qué un negocio de estas características triunfa en todo el mundo quedan obligatoriamente de lado ante un hecho irrefutable: se trata de un espectáculo familiar en el que no sólo los más pequeños se involucran jaleando y animando a los ídolos televisivos y recreándose en la proximidad de unos luchadores que han alcanzado, en el imaginario colectivo, la categoría de superhéroes.
Si os quedasteis con las ganas, no os preocupéis: el espectáculo regresa en noviembre a Málaga: el día 9 de ese mes en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.
Foto y texto: Almudena Eced