El llamado sonido Seatle tiene su confirmación con Pearl Jam. Su primer disco titulado “Ten” convirtió a la banda en una de las de mayor éxito. Aunque el disco arranca con la fuerza del tema “Once“, los americanos alcanzan el clímax con cortes como “Even Flow“, “Alive“, preciosa canción de inspiración autobiográfica, “Jeremy“, “Black” o “Why Go“. También hay espacio para las baladas como así lo demuestra la letanía de “Release“, tema que curiosamente abre los conciertos de Pearl Jam. Una colección de clásicos recogidos en un mismo disco.
La tranquilidad de “Oceans“, la sacudida nerviosa de “Porch“, la excelencia de “Garden” y la intensidad de “Deep” concluyen un disco que cuenta con riffs poderosos, explosivos, cortantes, eléctricos, guitarras embriagadoras, envolventes, voces sangrantes, angustiadas, que desoxidan el hasta entonces corrosivo panorama musical mundial, ingredientes todos ellos que hacen de “Ten” un clásico de la música rock. Un disco que no cambió mi vida pero sí la condujo por los atajos más inhóspitos de los abrojos de lo comercial. Como ya sucediera con “Smells Like Teen Spirit“.
El segundo disco contiene, además de la versión remasterizada de “Ten“, seis canciones incluidas en ediciones japonesas. Estas son: “Breath And A Scream“, “State Of Love And Trust“, “Brother“, “Just A Girl“, “Evil Little Goat” y “2.000 Mile Blues“. Imprescindible también el documento visual recogido en el tercer disco, “Pearl Jam’s MTv Unplugged“, filmado incluso años antes de que lo hiciera papá Nirvana. Larga vida al grunge.