El pasado viernes 7 de Agosto Christina Rosenvinge nos brindó tanto a un servidor como al casi centenar de afortunados que nos dimos cita en la reducida pero acogedora sala Contraclub, un variado y entretenido concierto casi “privado”. Christina nos presentó su último trabajo “Tu Labio Superior“, acompañada de una discreta pero omnipresente Aurora Aroca, quién adornó con su chelo las composiciones de la compositora. La dulzura que caracteriza a la guapísima cantante sirvió de hilo conductor a un bonito repertorio elegido cuidadosamente que se abrió con el tema “Canción Secreta” en el que Aurora acompañó al piano. Después de disculparse por la mala organización del evento, – la gente aguantó un calor insoportable esperando estoicamente a que la sala abriera sus puertas para adquirir su entrada — , gesto que la hace más artista, continuó con “Nadie Como Tú“, canción de su último disco y a la que siguieron “Sábado“, de su disco de 1997, “Cerrado“, “La Distancia Adecuada“, precioso primer single de “Tu Labio Superior“, la inédita “Canción Del Eco“, introducida con la bellísima historia que dio origen al tema y “Quién Me Querrá“, de su disco “Continental 62“, 2006.
Cambió de tercio al coger la guitarra eléctrica e interpretar “Tu Por Mí“, canción de su disco con Los Subterráneos “Que Me Parta Un Rayo“, habitual en el repertorio de la rubia cantante y “Frozen Pool’“, de su disco homónimo con la que tuvo un pequeño traspiés interpretativo y la única que cantó en inglés, además de la versión del archiconocido “Hallelujah” de Leonard Cohen, esta última interpretada al piano.
Siguió amenizando la velada con la bellísima y animada “Negro Cinturón” para volver a cambiar de tercio, esta vez sentándose al piano para deleitarnos, al más puro estilo del rosarino Fito Páez, con “Animales Vertebrados“, “Teclas Negras“, “Alta Tensión“, “A Contrapelo“, “Eclipse“, quizás la más experimental de todas, y “Tok Tok“, canción con la que se despidió, para pasados escasos dos minutos volver al escenario a interpretar “Anoche (El Puñal Y La Memoria)“, para de nuevo volver a marcharse y regresar, ante la insistencia de los presentes, para cantarnos “No Lloro Por Ti“, de su álbum “Verano Fatal“, 2007, y que “cariñosamente” dedicó a Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid. Hubo quien incluso, en un alarde de fanatismo precoz y alocado, le pidió que tocara “Prefiero Ver Las Series De TV Antes Que Salir Contigo” de su disco de 1980, “Ella Y Los Neumáticos“. Pero el recital ya nos había saciado de buen gusto y no dio tiempo para más.
El buen entendimiento de Christina con el público asistente quedó corroborado por la buena comunicación, disculpas incluidas, y el repetido interés demostrado por la cantante: “¿Qué tal? ¿Estáis pasando mucho calor? ¿Estáis muy apretados? ¿Muy apretados? ¿Sí? Aprovecharos que estáis apretados“. Los allí presentes, unos sentados, otros de pie pero todos a gusto, disfrutamos de un concierto que bebió del espíritu indie más crudo, del rock más culpable, de la experimentación menos comercial, de la belleza más frágil. Canciones menos poéticas pero con un mensaje claro, sencillo, conciso y preciosamente arregladas. Hace tiempo que ya nos lo dejó muy claro: “Estoy harta de hacer canciones bonitas“. Aquella noche la dulzura de esta madrileña de origen danés solo fue superada por su simpatía y su belleza. Que sirva de ejemplo.