Después de Himnos del Extrarradio (2007), brutal declaración de principios que marcó un antes y un después en el rockerío más macarra de este país, y que, paradojas de la vida, llegó a conquistar su cuota de pequeña pantalla con su estelar aparición en comedias familiares (¡sí, sí!) de la mano de algún actor televisivo, este Costras y Tachuelas viene a subrayar lo que ya sabíamos: el Ciclón está aquí para quedarse.
Con un estilo musical deudor a partes iguales del Punk Rock seminal de este país (la referencia a La Banda Trapera del Río sería la más evidente, aún más cuando ya han colaborado en alguna ocasión y cuyo management lleva el carismático Robértez en persona) y del Heavy más clásico (jevimetal en su idioma), Motociclón son algo más que cuatro gamberros volcando en la música toda la rabia y la energía que el Rock de este país nunca debió perder. Son músicos más que notables, con un nivel tanto compositivo como interpretativo nada desdeñable y una presencia en directo arrolladora. Sus letras, teñidas de una ironía soez y aparentemente obvia, soportan sin provocar rubor más de una lectura siempre que se mantenga la mente lo suficientemente abierta, cosa que a veces el enrevesado idioma que emplea ese personaje que es el vocalista Robértez pone ciertamente difícil.
Y es que, desde el delirante vídeo promocional de Costras Y Tachuelas, deudor de lo más granado del tópico ochentero, con ese trallazo de tema que es “Yumas Pisando Pijos” como amenazador avance, hasta el último de los garabatos con los que el Ciclón quiere aclararnos ciertos conceptos quizás no del todo claros en el libreto, pasando por temas Punk de libro como “Esquirol” o “Comecuellos“, o incluso la romántica “El Aquaplast Del Amor” (revisión del “High Dimension Is The Direction“, de Green Manalishi), todo en este disco respira autenticidad. Y como en todo lo auténtico, no puedes quedarte impasible: o lo odias o lo adoras. Sin medias tintas.
Almudena Eced
Nota: 77/100