Dos años después no bajan la guardia; con Stalingrad ratifican su excelente estado de forma y, aunque hayan perdido el efecto sorpresa que exhibía Blood The Nations, no han torcido su camino dejando impregnadas unas señas de identidad marcadas con letras de oro durante décadas.
Al igual que en su anterior álbum, han contado con Andy Sneap a la producción para mantener la cuota de calidad inalterable; asimismo, Mark Tornillo ya no tiene que probar nada puesto que su voz tiene la personalidad suficiente como para haberse integrado al sonido del grupo perfectamente. Obviamente, los riffs decisivos y los solos efectivos impuestos por Herman Frank y Wolf Hoffman forman la columna vertebral de las composiciones, mientras que la sección rítmica integrada por el siempre inquieto Peter Baltes (bajo) y Stefan Schwarzmann (batería) aporta la esencial estabilidad para que el álbum no decaiga, desde el espectacular y desequilibrante inicio con “Hung, Drawn And Quartered” en una línea estilística determinante, hasta el final, con la enigmática y algo oscura “The Gallery”, donde Accept, sin perder identidad, demuestra su madurez con la inclusión de diversos cambios estructurales.
Entre uno y otro tema, nos encontramos todo un electrizante arsenal de contundentes aristas como “Stalingrad” donde mezclan la dureza de las guitarras con coros de evocación épica; “Hellfire” y su embriagadora dinámica o, el trepidante “Flash To Bang Time”, posiblemente el corte más cañero y, en determinados momentos cercano a Judas Priest, incluyendo algún tono de Tornillo, para convencernos definitivamente de su versatilidad.
Sin desentonar, “Shadow Soldiers” pone algo de calma en los ritmos manteniendo la firmeza general que destila el disco; en “Revolution” insisten en sus sonidos clásicos convenientemente reciclados, al igual que en “Against The World”, mientras que en “Twist Of Fate”, aplican de nuevo al freno para incidir en las guitarras y dotarlas de un protagonismo decisivo con la presencia de riffs cortos combinándolos con eficaces melodías, dejando expuestas las inquietudes renovadoras de su sonido. Algo que, de algún modo, también se vislumbra en “The Quick And The Dead”, con sus guitarras desbocadas y la presencia de unas sugestivas líneas de bajo.
En conclusión, un trabajo que realza la trayectoria de Accept y los mantiene en el pedestal del heavy metal, rejuvenecidos, y más frescos que muchos grupos noveles que tratan de convencernos inútilmente de sus dudosas cualidades.
CALIFICACION: 8,75/10
GRUPO: Accept
TITULO: Stalingrad
DISCOGRAFICA: Nuclear Blast
AÑO: 2012
PAIS: Alemania
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ