Desde Greendale los Crazy Horse habían estado cada uno por su lado y Neil Young parecía no tener demasiado interés en poner de su parte para que la banda volviera con él. Ahora los tenemos juntos de nuevo (y con Frank Sampedro que no estuvo en la grabación de Greendale) con una colección de canciones tradicionales americanas y una versión del God Save The Queen cuanto menos curiosa.

La mayoría de los temas escogidos los hemos escuchado en multitud de ocasiones interpretados por grandes nombres como Bob Dylan, Woody Guthrie, Johnny Cash, Peete Seeger o Leadbelly, entre otros. Las versiones de Americana, sin embargo, suenan con personalidad propia, sobre todo gracias a ese sonido sucio y distorsionado, a medio camino entre el ensayo y una sesión improvisada. Una cualidad que, mientras hace que Oh Susanna o Clementine suenen magníficas, aportan en otras como Travel On o Get a Job momentos algo menos interesantes.

Neil Young & Crazy Horse llegan tarde a esto de traernos un repertorio tradicional, cuando ya Bob Dylan, Bruce Springsteen y muchos otros han hecho sus propios trabajos con el mismo planteamiento. Americana nos deja con la sensación de haber escuchado algo similar a un concierto pequeño en el que se han dedicado a disfrutar versionando canciones antiguas. Seguramente muchos esperaban algo más de alguien como Neil Young y otros apreciarán un álbum que trae más entretenimiento que otra cosa, lo que no es poco teniendo en cuenta la cantidad de discos que salen cada mes que ni siquiera parecen tener interés en que el oyente llegue hasta el final.