Tras Yeti sale Dave Anderson del puesto de bajo, tomando las cuatro cuerdas en su lugar el músico Lothar Meid. Tanz Der Lemminge (1971), tercer álbum de la comuna musical, continúa una labor que no había quedado totalmente definida en su anterior Yeti: la de experimentar desde el riesgo estilístico. En esta doble grabación el oyente se topa con un conjunto dispuesto a crear dos mundos paralelos. El primero de ellos lo constituyen unos claros arreglos bizarros a golpe de voces, jams y efectos. El segundo por su parte se concentra en la relajación, en una búsqueda constante del poder atmosférico que crean ciertos sonidos (muy cercanos a lo que significó en Tangerine Dream su disco Alpha Centauri).
Sin lugar a dudas, y aunque en sus inicios pocos se atrevieran a vaticinarlo, Amon Düül II iba a ser una comuna musical realmente camaleónica. La gran muestra inicial en cuanto a cambios se refiere la ofrecen en 1972 con Carnival In Babylon y Wolf City. La primera de estas dos grabaciones está más centrada en la composición de letras enriquecedoras, al igual que de pasajes vocales cuidados y cargados de matices. Pero es la llegada de Wolf City la que crea diferencias entre los seguidores de la banda, ya que mientras unos entienden el disco como una retirada de las iniciativas improvisadas, por otro lado aparece un frente que apoya la idea de que el larga duración ofrece una nueva visión de los pasajes oscuros, con juegos de medio tiempo y saturación de guitarras ásperas. Además, y en forma de efectivo aliciente, Amon Düül II cuentan en esta ocasión con una amplia lista de músicos entre la que se encuentran Paul Heyda, Jimmy Jackson u Olaf Kübler.
En 1973, y sin llegar a ser un álbum imprescindible, su directo Live In London aparece cual trabajo que destaca de forma definitiva a la agrupación germana como uno de los proyectos de rock progresivo más oscuros de su país. John Weinzierl (guitarras y voces), Lothar Meid (bajo y voces), Chris Karrer (guitarra, violín y saxo soprano), Falk Urlich Rogner (órgano y sintetizador), Renate Knaup Krötenschwanz (voz), Daniel Secundus Fischelscher (batería) y Peter Leopold (batería), conforman el septeto que da vida a un disco que, aunque cojea en cuanto a la calidad de su grabación, ofrece algunas representaciones sonoras dignas de elogio. Aun así, el año no verá su fin sin antes contemplar el nacimiento de un llamativo conjunto paralelo, la apuesta Utopia (nada que ver con la banda de Todd Rundgren). La idea nacería de las cabezas de Olaf Kübler y Lothar Meid. Debido a que Utopia presenta en sus filas a varios miembros de la comunidad Amon Düül II (incluyendo a Chris Karrer y a John Weinzierl), esta propuesta suele aparecer catalogada como un disco más de la carrera de estos alemanes. De hecho, en las reediciones en CD de dicho trabajo ya aparece firmado como álbum de Amon Düül II.
En el 74, al igual que ocurría en 1972, vuelve a ver la edición de dos nuevos trabajos en estudio de la comunidad musical germana: Vive La Trance y Hijack. Entre ellos florecería su primera compilación oficial, Lemmingmania, un recopilatorio que decepcionó a muchos por incluir únicamente los cortes más estándar y de menor duración (sólo ‘Green Bubble Raincoated Man‘ superaba en pocos segundos el límite de los cinco minutos). Incluso así, 1974 se presenta como un año irregular para Amon Düül II, ya que mientras Vive La Trance surge como un remolino de imparable inspiración compositiva, Hijack se pone la máscara más comercial y cercana para un público poco conocedor de sus experimentaciones psicodélicas iniciales.
Inicialmente concebida como una obra doble, Made In Germany (1975) también tendría su representación en un único disco en el que se eliminaba parte del material pero cuya imagen conceptual conseguía quedar intacta. Aquí está la esencia de los Amon Düül II del cambio, los músicos que había dejado a un lado la psicodelia y que habían empezado a estructurar sin improvisaciones cada nuevo arreglo y canción. En Made In Germany el comprador se encontraba con el intento de representar la Alemania clásica vista bajo el barniz de los años 70. Su forma de imaginar un rock progresivo sin barreras convirtió a este disco en una de las obras más representativas de la música experimental en dicha década.
Para 1976 el conjunto se encuentra compuesto por un quinteto en el que militan Klaus Ebert, Chris Karrer, Peter Leopold, John Weinzierl y Stefan Zauner. Ellos son los que dan vida a Pyragony X que sin duda vuelve a constituir una nueva etapa de transición para Amon Düül II. Aún no habían llegado los peligrosos años ochenta y los alemanes ya comenzaban su mutación hacia una imagen más convencional, cercanos a un rock progresivo y sinfónico fácil de digerir por la audiencia inexperta. Intentando redimirse publican Almost Alive (1977), un esfuerzo por volver a rozar la experimentación, aunque ahora desde el punto de vista del jazz fusión. A pesar de ello, su sonido blandengue y su carencia de emotividad anuncia el declive del conjunto alemán.
El guitarrista John Weinzierl abandona el proyecto, hecho que obliga al cuarteto a multiemplear sus facultades como instrumentistas y grabar un Only Human (1978) con el que al menos consiguen volver a meterse en el panorama progresivo. Unos Amon Düül II que siguen la ola estándar germana de la segunda mitad de los setenta. Un disco que no convenció a la banda y que consigue terminar con el por entonces cuarteto. Llega la separación del conjunto. El año 1981 les vería regresar y mantenerse en las siguientes décadas, ante todo por medio de directos y álbumes compilatorios.