Hace unos meses aparecía el nuevo single de Kaya (“Ophelia”), que prometía volver a su estilo anterior (similar a “Schwarz Stein”), después de su anterior mini-album experimental “Bon jour chanson”. Sin duda, no solo ha cubierto estas espectativas, sino que además las ha superado sobradamente.

 

 

Empezando por el tema que le da nombre, que comienza con un sobrio piano con un melodioso pero atronador órgano, se desarrolla con una fuerza impagable pero en ningún momento decide abandonar el tono minimalista y estiloso en cuanto a base electrónica.

 

Realmente, está claro que los dos principales instrumentos son los encargados de expresar toda la emotividad del tema, sin necesidad de un sintetizador demasiado complejo. La voz de Kaya permanece estable durante practicamente todo el tema, dándole un tono elegante aunque algo distante y frio (sin ser exactamente algo negativo, claro).

 

En completa contraposición, “Rose Kingdom”, el otro tema del single, basa casi toda la carga instrumental en una compleja y durísima melodía electrónica. Con un tono algo más agresivo, la voz de Kaya suele quedar difuminada a través del sintetizador que, en muchas ocasiones, la remezcla y deforma junto al desarrollo de la canción.

En conclusión, se trata de dos temas realmente fieles al estilo de Kaya, pero sin dejar de lado la innovación, tanto a nivel melodia (tradicional y electrónica) como vocal. Sin duda, “Ophelia”, viene a recuperar la buena racha que Kaya había llevado en solitario hasta la fecha.

 

Novacrois