FECHA: 14-09-2009
CIUDAD: Barcelona
LUGAR: Palau Sant Jordi Club
DURACION: 90 minutos
FORMACION: Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Ian Paice (batería), Steve Morse (guitarra), Don Airey (teclados)
GRUPO INVITADO: The Cannibal Queen

Deep Purple, uno de los más grandes iconos de la historia del hard rock pasó por Barcelona para reactivar la memoria colectiva de sus entusiasmados seguidores, recuperando, por enésima vez, unas canciones que son patrimonio universal y que, aunque la interpretación actual no pueda compararse con su época gloriosa, llevan impregnado un magnetismo al que es difícil resistirse si se tiene la oportunidad de escucharlas de nuevo en directo. Ahí es nada: “Highway Star”, “Strange Kind Of Woman”, “Space Truking”, “Speed King”, “Hush”, “Black Night” y la madre de todos los riffs, “Smoke On The Water”, un puñado de canciones setenteras capaces por sí mismas de provocar la histeria inmediata.

Hay que reconocer que, en la actualidad, Deep Purple se plantean sus conciertos en función de la capacidad de resistencia de Ian Gillan. Al otrora “señor de los alaridos” el tiempo le ha pasado factura a su garganta y da aflicción ver como se esfuerza y sufre para llegar a unos tonos que se antojan inalcanzables. De esta forma, después de una tanda de cinco temas cantados, con “Highway Star” como hipnotizante inicio, entra en acción la pieza básica de una formación en la que el riff vigoroso y los solos intrincados forman parte de su esencia, me refiero (a falta del Sr. Blackmore) a Steve Morse, el tipo de la sonrisa perenne. Si aún queda algún fan que añore tiempos pasados y piense de antemano que Steve es un intruso, con su carisma y su virtuosismo demuestra que el puesto se lo ha ganado por méritos propios.

La segunda parte de la actuación recae principalmente sobre el guitarrista, veamos, “Contact Lost” es un interludio guitarrero; luego, “Sometimes I Feel Like Screaming” tiene mucha instrumentación y partes lentas que no requieren tanto ardor vocal. Acto seguido Morse continua el recital con un solo que enlaza con “The Well Dressed Guitar”, mientras Ian se dedica a tocar la pandereta y a reponer energías. Con “Wring That Neck”, un tema para el lucimiento de guitarra y teclado, la ausencia vocal permanece. Tras la ejecución de uno de los pocos cortes más modernos, “The Battle Rages On”, llega el turno del solo Don Airey, con lo cual Gillan vuelve a disfrutar de unos minutos de descanso para aguantar, ahora sí, la recta final exponiendo sus facultades vocales hasta el límite de su capacidad.

La última parte, es la sublime representación del talento creativo que en cierto momento poseyó la banda: empezando por “Perfect Strangers”, perteneciente a la década de los ochenta, cuando Ritchie regresó temporalmente, y prosiguiendo con el resto, ya mencionados al principio, y un “Speed King” alargado lo suficiente para que todos los músicos tuvieran tiempo de recrearse con un pequeño solo, hasta Ian Gillan, quien realizó un repaso de estrofas de canciones antiguas, incluyendo a uno de sus ídolos, Elvis Presley, con “It’s Now Or Never”.

Pero, no olvidemos que todo el armazón rítmico que conllevan las composiciones de Deep Purple, no se sostendría sin la presencia de dos veteranos inamovibles como Roger Glover e Ian Paice quienes, sin necesidad de exhibicionismos inútiles pero con la tremenda eficacia que otorgan los años de experiencia, demostraron una vez más por qué se han asegurado su jubilación en la banda y un puesto en la historia del rock. Curiosamente, Ian Paice, con más pelo que en los 70 (o tiene una fórmula secreta o ha visitado al peluquero de Elton John últimamente).

Sinceramente, y sin restarle méritos al brillante trabajo de Steve Morse, su intervención deja una extraña sensación, como si fuese un invitado, muy especial, pero invitado al fin y al cabo. Las canciones, obviamente, tienen su toque personal y, a veces, les quita parte de la fogosidad que Ritchie Blackmore imprimía cuando alcanzaba el éxtasis con las seis cuerdas. Hoy por hoy, sumido en sus delirios medievales a “the man in black” hay que darlo por perdido para el hard rock y disfrutar del algo más frío Morse, aunque técnicamente irreprochable. Entre otras habilidades es alucinante descubrir su técnica; mientras los dedos de la mano izquierda se dedican a recorrer los trastes, con la mano derecha rasga las cuerdas a la vez que, el dedo meñique, como si tuviera vida propia, actúa sobre el botón del control del volumen, impresionante.

En conclusión, teniendo en cuenta el repertorio, las canciones básicas de sus álbumes clásicos siguen aguantando el paso del tiempo de forma fenomenal mientras que las escasas concesiones a su etapa más moderna suenan a cuota obligada como puro complemento.

THE CANNIBAL QUEEN

The Cannibal Queen fue el grupo encargado de abrir el evento con sus ritmos recurrentes de densos riffs y guiños industriales que causaron una buena impresión.

SET LIST

01. Highway Star
02. Things I Never Said
03. Strange Kind Of Woman
04. Rapture Of The Deep
05. Fireball
06. Contact Lost
07. Sometimes I Feel Like Screaming
08. Solo guitarra/The Well Dressed Guitar
09. Wring That Neck
10. The Battle Rages On
11. Solo de teclados
12. Perfect Strangers
13. Space Truking
14. Smoke On The Water

Bises

15. Speed King
16. Hush
17. Black Night

 

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CRONICA FOTOS Y VIDEO LOCKY PEREZ