El grupo español que más ha tocado fuera de nuestras fronteras regresa, y en mejor forma que nunca, con su nuevo disco “The Neighbourhood” (BCore), que ha sido producido por Gregg Foreman (Delta 72, Cat Power) y que encierra una tremenda exhibición de poderío y clase.
-Viernes 9 de octubre, Puerto de Santa María (Monkey Week)
-Sábado 10 de octubre, Badalona (Estraperlo)
-Viernes 16 de octubre, Barcelona (La 2)
-Sábado 17 de octubre, Valencia (Magazine)
-Domingo 18 de octubre, Castellón (Four Seasons)
-Sábado 7 de noviembre Madrid (Ramdall)
Tokyo Sex Destruction han tenido tiempo para madurar su discurso, sea por la experiencia adquirida o sea por la intervención divina de Gregg Foreman (insigne miembro de The Delta 72 y Cat Power), que ha sido el productor y teclista del disco, se plantan 7 años después de su debut con su mejor disco. En algunos momentos irreconocibles, TSD han cogido lo mejor de cada una de sus influencias para construir unas canciones de un nivel elevadísimo, a la altura de su impecable trayectoria en directo por todo el mundo, desde Canadá a Eslovenia, desde Rusia a Estados Unidos. La incorporación de RM Sinclair al bajo, que aunque lleva ya cuatro años girando con la banda es el primer disco que graba, es otro de los factores que han hecho que la banda suene más sólida que nunca y, si cabe, todavía más cerca del sonido negro de Philadelphia o de las bandas sonoras de Shaft, gracias a unas líneas de bajo elaboradísimas y perfectamente engrasadas con la batería de JM Sinclair y la pulida guitarra de RR Sinclair.
La impresionante “Dope and Love” que abre el disco, con una carga de melodía insólita en ellos, a la par que totalmente coherente, no hace sino abrir una caja de truenos llena de maravillas como “Cold Sweat”, con un falsete espectacular a cargo de un RJ Sinclair más inspirado que nunca. Llena de groove, de pulsión negra, de swing (”Move it”), menos desbocada que en anteriores discos (aunque todavía con momentos rabiosos como “It’s gonna be alright”) y muchísimo más sexual… Y como guinda, “I think you lie”, de la que podrían haber sido responsables Jagger y Richards. Un enorme disco que bien merecía el grupo que más veces ha tocado fuera de España del rock independiente nacional.
Muchos éramos los que esperábamos que TSD hicieran un disco como éste. Tras el espectacular debut “Le Red Soul Communittee” (BCore, 2002), que de la noche a la mañana los dio a conocer a medio mundo, unas ideas muy claras, tanto a la hora de hacer música como de llevar hacia adelante la banda, les han hecho girar contínuamente, casi sin parar, tocando, grabando, tocando y grabando. Esa constancia en sus vidas se refleja en los que fueron sus discos siguientes “Black noise is the new sound” (BCore, 04) y “5th Avenue South” (BCore, 05): rock and roll directo y sin contemplaciones, con el punk y el soul como combustible. Pues, por primera vez, quizás desde entonces, estamos ante un disco verdaderamente grande en cuanto a variedad y solidez musical. El disco que esperábamos que hicieran para demostrarnos que su capacidad de hacer buena música no se limitaba a mantener un ritmo de vida, a la vez que musical, constante y sin descanso.