Ya se remarcaba en mi cerebro al adentrarme en su mini álbum Ignition, y ahora me reafirmo: Unisonic han conseguido una calidad poco escuchada en el metal actual. Toman la escena clásica del heavy, la pinta con un mínimo requiebro power, luego la aposentan sobre un vigoroso y moderno hard rock que no tiembla frente a los pasajes melódicos. Una vez terminado, eliminan la palabra monotonía de su diccionario, y procuran que cada corte del álbum nos plantee un viaje diferente en cuanto a las coordenadas base que los estilos antes citados obligan en un principio. La pieza título del trabajo es rompedora, mientras ‘Never Too Late‘ exclama un comienzo de guitarras y base rítmica que parece el ‘Anarchy In The UK‘ de los Sex Pistols, para de inmediato saltar a la piscina de un hard casi pop de gusto muy agradable y pegadizo. El medio tiempo de ‘King For A Day‘ casa con la escuela Pink Cream 69 —ahí está Dennis Ward, produciendo y dándoles la mano durante el arriesgado recorrido—.
Cierto, los fanáticos del power metal europeo de la segunda mitad de los 80 puede que no hallen aquí una línea argumental en consonancia con aquellas piedras preciosas del ayer contenidas en los intocables Keepers. Pero lo que está a flor de piel es el ingenio, la pasión y el arte de dos de los hombres que pusieron en pie aquel par de vinilos; un Michael Kiske y un Kai Hansen que no deberían dudarlo ni un instante a la hora de dar continuidad a este proyecto en 2013 con un nuevo larga duración.