Voivod es una de las bandas más interesantes que ha dado el thrash. Su peculiar y personal visión del thrash, el punk hardcore y el rock progresivo de los setenta ha dado como resultado un buen puñado de discos que por derecho propio están los mejores del género, aunque no sean los más citados habitualmente. Su renovación del género no sólo ha influido a un buen número de bandas, como Cynic, Atheist, Pestilence, Enslaved, S.U.P. o Tool, sino que además
Formados a principios de la década de los ochenta en Quèbec sus dos primeros trabajos aún estaban lejos del sonido que les caracterizaría años después. War & Pain, de 1984, y Rrröööaaarrr, de 1986, fueron dos discos graníticos, cuyo estilo ya venía apuntalado desde sus primeras demos, Anachronism y To The Death, y con un sonido más cercano a la escena punk y hardcore que a la del thrash de aquellos años. En su momento es posible que parecieran una banda de thrash más que no llegaba a la altura de otras como Slayer, Exodus o Metallica, pero ya en aquellos primeros años habían empezado a dar muestras de lo que estaba por llegar: disonancias, locura rítmica y un caótico desorden que mostraba unas ideas aún en fase de maduración. Eso sí, muchos de sus temas más recurrentes ya estaban presentes, como la ciencia-ficción, la Guerra Fría o las tramas post apocalípticas.
Es en 1987, con Killing Technology, cuando empezamos a ver sus señas de identidad más conocidas y mostraban a una banda con una inventiva poco habitual en el género por aquellos años. Aquel álbum y el siguiente, Dimension Hatröss, daban forma a un thrash complejo, lleno de influencias de la psicodelia alemana de los setenta y el rock progresivo de bandas como Pink Floyd, Yes o Rush. Su popularidad había aumentado considerablemente y ello les facilitó el fichaje por un sello importante, con el que editaron los que son considerados como sus trabajos más logrados y más accesibles. Con Nothingface llega la melodía, una mayor presencia del bajo y cierto freno en su velocidad, además de una mayor presencia de elementos progresivos. La versión que hicieron del clásico de Pink Floyd, Astronomy Domine, fue determinante en su fulminante ascenso durante aquellos años. Más tarde haría otras versiones de ellos, como The Nile Song.
Llegaba el año 1991 y con él un nuevo disco, Angel Rat, que desafortunadamente no tuvo el recibimiento esperado a pesar de que mantenía el nivel de los anteriores, aunque con un sonido global algo más débil que en anteriores trabajos. Esto provocó que el bajista Jean-Yves Theriault abandonara la banda, que fue sustituido para su siguiente disco por Pierre St. Jean como músico de sesión. En 1993 editan The Outer Limits, un trabajo en el que la dirección tomada años atrás con Nothingface llega a uno de sus momentos más creativos y al que acompañó un tremendo sonido global, aunque especialmente acertado para la voz.
Después de The Outer Limits otro miembro original dejaba la banda y esta vez le tocaba el turno al vocalista Dennis Belanger (Snake). De esta forma, Voivod quedó como trío con la inclusión de Eric Forrest encargándose de la voz y el bajo y con aquella formación grabaron los siguientes álbumes, Negatron y Phobos. En ellos su sonido se endurece, acercándose al death y con sonido mcuho más groove, en parte gracias a la entrada en la banda de Forrest. En demasiadas ocasiones ambos trabajos han sido descritos como el punto más bajo en la trayectoria de la banda, pero con el paso del tiempo nos damos cuenta que si un disco como Phobos era el punto más bajo entonces es que Voivod estaba muy por encima de muchas de las formaciones que tenían un sonido similar por aquellos años.
Durante la gira de Phobos Forrest sufrió un grave accidente, quedando la banda en un limbo durante el cual se editaron un recopilatorio y un directo. Voivod acabó separándose en el año 2001 para volver poco tiempo después con tres de los cuatro miembros fundadores y la llegada estelar de Jason Newsted. Con esta formación editaron tres discos, Voivod, Katorz e Infini aunque estos dos últimos ya sin la presencia del guitarrista Dennis D’Amour (Piggy), que había fallecido un año antes de cáncer. Sin embargo, muchas de las composiciones de aquellos álbumes se basaron en riffs que había dejado grabados. Fue sustituido por Daniel Mongrain, conocido sobre todo por ser miembro fundador de la banda Martyr.
En líneas generales Voivod y Katorz supusieron hasta cierto punto el regreso a sus primeros noventa y al sonido de discos como Angel Rat o The Outer Limits e Infini, aún con retazos del trabajo que Piggy había dejado antes de fallecer, es una continuación de los anteriores que no desmerecía el buen trabajo de años anteriores. Lo que sí es palpable en estos tres trabajos es como en los dos últimos encontramos un mayor número de composiciones menos conseguidas, quizá por la intención de rescatar todo el trabajo que había dejado grabado Piggy y que de haber seguido vivo seguramente él mismo hubiera acabado descartando algunas ideas.
Infini significó el final de una época y abrió una nueva. Una nueva ya sin Jason Newsted y, mucho más importante, sin el trabajo de Piggy como columna sobre la que erigir un nuevo disco. Con una formación sólida, la presencia de un nuevo guitarrista que ya demostró durante la gira de Infini sus capacidades y su magnífica adaptación al sonido y filosofía de la banda nos encontramos así ante el comienzo de una nueva etapa de una de las bandas más carismáticas y creativas de la historia del thrash.
Voivod en Grooveshark.
VOIVOD
Texto: Juan Manuel Vilches
Repasando la discografía de… Voivod3 thoughts on “”