Tan sólo hay que ver el plantel de formaciones versioneadas, desde Slayer a Madball, pasando por Suicidal Tendencies, Black Flag u Obiturary, para entender que Hatebreed han querido pagar y rendir tributo a buena parte de las bandas más representativas de las escenas metalera y hardcore de las últimas tres décadas. ¿Qué hubiese sido de ellos si todas estas formaciones les hubiesen allanado el camino? Muy probablemente el señor Jamey Jasta no sería el ídolo juvenil que ‘explota’ MTV2 en su programa ‘Headbangers Ball’.
Lo cierto es que si el plantel de grupos versioneados quita el hipo, el resultado final no es tan imponente. Hatebreed han querido rendir tributo haciendo muy pocos cambios, o ninguno, respecto a las originales. Incluso su cantante, el archiconocido Jamey Jasta, intenta adaptar su voz a los registros de los temas originales. Hay que ver cómo intenta parecerse a Glenn Danzig -con no mucho éxito, todo hay que decirlo- en “Hatebreeders” [Misfits], a Tom Araya en “Ghosts of War” [Slayer], o a James Hetfield en “Escape” [Metallica]. Y este mimetismo también es aplicable al apartado instrumental, donde la ausencia de novedades al tratar las canciones resulta sorprendente ya que parte de la gracia de estos lanzamientos está en aportar una visión diferente, alternativa. No hay nada de novedoso y diferente en el tratamiento de “Refuse/Resists” de Sepultura -¿existe algún grupo de metalcore que no haya versioneado, o al menos se lo haya pensado, esta canción o “Bloody Roots“?-, en “’Set it Off” de Madball o en “I’m in Pain” de Obituary, … Y por faltar, falta hasta sentido del humor ya que ni si quiera han hecho un ‘cover’ de bandas nada ligadas al hardcore o al metal. Se echa de menos una versión macarra de techno-pop ochentero, como se puso de moda hace unos años, de un ‘hit’ sesentero o de alguna formación del ‘mainstream’ actual.
Una vez asimilada la decepción de no encontrar novedades con respecto a las originales, y tras asumir que For the Lions está destinado a caer relegado al ostracismo en un par de semanas, uno también hace la lectura positiva del lanzamiento. Gracias a este trabajo, más de un recién llegado podrá descubrir a míticas formaciones del mundo del hardcore, como Black Flag, Negative Approach o Bad Brains; a pioneros en la fusión de hardcore y metal, como Suicidal Tendencies o Dirty Rotten Imbeciles -más conocidos como D.R.I.-; así como a lo más granado del llamado NYHC -New York HardCore-, como Sick of it All, Agnostic Front, Cro-Mags o Madball, y también a sus actores secundarios, como Merauder, Subzero o Judge. Aunque sólo sea por el trabajo de evangalización de las nuevas generaciones de ‘hardcore kids’ o de aquellos que desde el metal se acercan al hardcore, y a pesar de la ausencia de novedades en la revisión de los temas como de sentido del humor, bienvenido sea este tributo musical que Hatebreed han rendido a sus héroes.
Valoración: 60
Texto: Carlos Ayllón
Más información: Entrevista a Hatebreed hablando sobre su nuevo álbum.