Igual es por eso de conservar la esencia primitiva de los inicios o por aquello de redescubrir las raíces, pero Spin Doctors se encuentran en un momento muy reinterpretativo al encontrarse en mitad de la gira que celebra el vigésimo aniversario de “Pocket full of kryptonite” (Epic, 1991), su primer LP. Pero hete aquí que el legado es tan importante como el hecho de conocer el propio pasado, así que los neoyorquinos andan ya esperando el alumbramiento de un nuevo trabajo (el sexto) que llevará por título “If the river was whiskey”, un álbum sonoro que vertebra los primeros (y bluseros) tiempos de los chicos de Chris Barron, protagonista de la siguiente entrevista que atendió durante la gira española de Spin Doctors en el mes de febrero: Casa de la Cultura de Avilés (sábado, 2), Teatro Lara de Madrid (jueves, 7), RockStar Live de Barakaldo (Vizcaya, viernes, 8), y Pazo da Cultura de Pontevedra (sábado, 9).
Son 20 años de “Pocket full of kryptonite”, pero me llama la atención que se haga una gira de aniversario con “If the river was whiskey” en la calle en unos meses. ¿Vuestra intención es mostrar el pasado y el presente del grupo?
Sí, totalmente. Vamos a tocar los temas favoritos de la banda y también tocaremos canciones de nuestro nuevo disco, que está al caer en nada. De hecho, esta gira es para darles a nuestros amigos de España una oportunidad para escuchar un adelanto del nuevo disco.
¿Se trata de modernizar el sonido primitivo de canciones como ‘Two princess’ o ‘Little miss can’t be wrong’?
No, de ninguna manera. Nunca hemos tratado de modernizar nada. Si tenemos un sonido original es porque ponemos nuestra personalidad en la música que hacemos… y todo el mundo tiene un recuerdo original de ello, lo sepan o no.
Me di cuenta de que algunas de esas canciones se tocaron en la última gira con nuevos sonidos, más o menos. ¿Crees que la gente aceptaría un nuevo cambio en esas canciones?
Eso espero porque no quiero tener que conseguir trabajo en un banco o algo así (risas). Hasta ahora, en los conciertos que hemos estado haciendo, la gente ha tenido una respuesta abrumadora con las cosas nuevas que han visto y oído. Es mejor de lo que podíamos haber esperado.
Pero “If the river was whiskey” se estrena en unos meses. Sería como una muestra del futuro también…
Quizás. Aunque nunca hemos sido tan inteligentes acerca de ese tipo de cosas, si tengo que decirte la verdad.
Bueno, digo “futuro” por hablar de un nuevo álbum, pero es un disco que contiene canciones de Blues de los primeros tiempos, ¿verdad?
Eso es cierto. Nuestro objetivo original (como banda) era hacer música en vivo para ganarnos la vida tocando en Nueva York, aunque cuando empezamos había que actuar en los clubes de Blues. En concreto, en dos clubes llamados Mondo Canè y Mondo Perso. La contratación de las dos salas era asunto de la misma persona, así que pagaba a las bandas justamente para eso. La cosa era que había que tocar versiones de Blues.
¡Vaya!
Claro. Nosotros queríamos tocar música original, nuestra música, así que escribimos un repertorio para una noche entera con canciones de Blues que sonaran como las canciones de Elmore James y las de Willie Dixon para salirnos con la nuestra.
¿Cómo siguió la cosa?
Fue durante el año pasado. Estábamos haciendo la gira del 20 aniversario y dándole vueltas al tema del álbum y las canciones raras de esos primeros tiempos. Cuando preguntamos a los fans lo que querían oír, la respuesta (para nuestra sorpresa) fue que querían escuchar las canciones de Blues del principio.
¿No os costó?
Bueno, pasamos un buen rato tocando y pensando en lo que haríamos para forjar -a partir de “Pocket full of kryptonite”- una vuelta perfecta a nuestras raíces de Blues para el siguiente disco en lugar de saltar hacia adelante y atrás —como una rana- tratando de reinventarnos. Tenemos seis viejas canciones que nunca hemos grabado y que nuestros fans más acérrimos estarán muy contentos de oír. Son temas que hemos tocado durante mucho tiempo junto con otras dos canciones que sólo se han mostrado una o dos veces. Además de dos canciones nuevas.
¿Y cómo se las arreglaron para convencerte?
Dos chicos (Daniel Heintz y David Landsberger), que son grandes fans, nos pidieron que tocara ‘So bad’, una vieja canción de las nuestras. No me lo podía creer. Estaba como “¡Wow! ¿De verdad queréis escuchar una cosa tan vieja?”. Tuvieron que volver a recordarnos una grabación de esa canción en los primeros 90 porque no podíamos recordar todos los versos. La tocamos esa noche y fue después cuando empezamos a hablar sobre lo de hacer un disco de Blues.
Por otra parte, el álbum se titula igual que una canción de Charlie Poole, pero nada tiene que ver con la misma canción, ¿verdad?
En realidad hay muchas canciones que utilizan eso como una especie de línea de valores. Nosotros, sobre todo, lo sabemos por la melodía de Muddy Waters en ‘Rollin’ and tumblin’ Pt. 1′. Como músico, eres realmente un pasajero dentro de un tren que ha estado funcionando siempre. Esto es especialmente evidente cuando se trata del Blues. Pero hay partes, como en una especie de depósito de chatarra o basurero mágico en el que te puedes encontrar todo tipo de cosas para encajar en miles de formas. También podría decirse que eso es como el niño que desmonta una vieja radio para luego no ser capaz de volver a poner todas las piezas en su sitio. Pero aunque la cosa no quede como nueva, esos cambios hacen que la radio tenga un sonido extraño y hermoso capaz de llegar a tu corazón para lograrlo entender. Y si tienes suerte, el sonido terminará saliendo de alguna otra radio que ningún niño haya desmontado todavía.
He escuchado algunas canciones como ‘Traction blues’ o ‘What my love’ y me he preguntado si con ello querías crecer también como persona.
¿Qué otra cosa se puede hacer? Es eso o conseguir un trabajo en un banco, como antes te he dicho. Pero creo que me despedirían en un día o en tres.
Por lo tanto, y con todos estos recuerdos… ¿Un disco así será como volver a casa?
Por supuesto. Sobre todo cuando tocas todo este material de Blues.
Texto: Carlos H. Vázquez.