Fantástica serie fantástica, valga la redundancia, que hoy ha caido en injusto olvido. La historia del ente extraterrestre que contactaba con niños especiales tenía obvias resonancias spilbergerianas, pero trascendía al ñoño muñecoide ET. El aura inquietante de un argumento que no trataba a los niños, principales destinatarios de la historia, como a cretinos y, sobre todo, una soberbia banda sonora, han hecho que permanezca viva en el recuerdo de algunos de los que entonces nos sobrecogíamos simplemente con ver la cabecera de la productora Thames.
Fantástica serie fantástica, valga la redundancia, que hoy ha caido en injusto olvido. La historia del ente extraterrestre que contactaba con niños especiales tenía obvias resonancias spilbergerianas, pero trascendía al ñoño muñecoide ET. El aura inquietante de un argumento que no trataba a los niños, principales destinatarios de la historia, como a cretinos y, sobre todo, una soberbia banda sonora, han hecho que permanezca viva en el recuerdo de algunos de los que entonces nos sobrecogíamos simplemente con ver la cabecera de la productora Thames.