Wormwood, se suma a la larga lista de grabaciones que han marcado la trayectoria de una banda que ha sabido mantenerse fiel a unos conceptos estilísticos.
¿Es posible que después de su largo recorrido por las fronteras del infierno aún puedan ofrecer un trabajo que evite la reiteración de esquemas? Es evidente que el género negro del metal no permite demasiadas alegrías pero, para algo está la experiencia adquirida. Como en otros aspectos de la vida, la veteranía es un plus que posibilita buscar nuevas opciones y con Wormwood, el grupo sueco así lo manifiesta, a pesar de seguir sus directrices habituales, donde la agresividad y el desenfreno reinan en todo su esplendor, como lo confirma el encolerizado inicio con “Nowhere, No-One, Nothing”, o las desgarradoras “This Fleshly Void”, “Into Utter Madness” (con unas interesantes líneas de bajo como conclusión) y “Whorecrown”, todas con unas guitarras hiperaceleradas a cargo de Morgan Steinmeyer Hakansson, que se clavan en el cerebro como afiladas agujas endiabladas y una batería de pegada primaria y recurrente hasta la saciedad; sin olvidar la guinda del maligno pastel, la irascible voz de Mortuus vomitando bilis por un tubo.
Por otro lado, están las composiciones que navegan entre dos aguas, estabilizándose en horizontes turbulentos pero sin decantarse ni hacia el arrebato demencial ni por lo excesivamente espeso. En este aspecto “Phosphorous Redeemer” y “To Redirect Perdition” son los cortes más representativos, ambos con un notable riff de robusta presencia y la voz alcanzado sus cotas más altas de perversidad. Dos temas en los que también destaca un aspecto a tener en cuenta, y es la presencia del bajo, instrumento que, generalmente, en trabajos de este tipo sobrevive en la clandestinidad. Seguramente, tendrá mucho que ver el hecho de que el bajista de la banda Magnus “Devo” Andersson haya sido el productor.
Ya en el último tramo, “Chorus Of Cracking Necks”, ratifica el contenido global, mezclando partes feroces con lapsus de dinámica remarcada; mientras que con “As A Garment” y la aparición de un estridente riff acompañado de un sostenido de bajo, una lúgubre batería y la ira vocal con desgarro final, se despiden de este nuevo descenso a los infiernos, el número once de su carrera.
Son los Marduk de siempre pero mejor capacitados para canalizar su aptitudes. Y es que, ya lo dice el refrán, más sabe el diablo por viejo que por diablo…
CALIFICACION: 8
GRUPO: Marduk
TITULO: Wormwood
DISCOGRAFICA: Regain Records
AÑO: 2009
PAIS: Suecia
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
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