Tras los cambios y la entrada de sangre joven, Todd encuentra en el virtuoso de los sintetizadores Roger Powell a su mano derecha. Utopia están listos para darlo todo y arriesgar, con lo que la edición de un trabajo en directo es la mejor forma de sorprender y sacar de su letargo a los oyentes rezagados. Y aunque publican material en directo, nada de lo incluido en su iniciático redondo aparece aquí. El disco se pone a la venta bajo el título de Another Live (1975), y junto con algunas creaciones del tándem Rundgren/Powell, el álbum guarda varias versiones entre las que merece ser destacada la adaptación de ‘Something’s Coming‘ del musical West Side Story.
Hacen esperar a sus seguidores dos años, pero es una parada en la edición que vale la pena. El año 1977 trae un buen par de obras de Rudgren y cía. La primera será Ra, un disco que parecía iba a ser conceptual pero que luego se desmarca como uno de los ejercicios más destacados de composición sin barreras o tema fijo. En “Ra” se imponen los bailes entre el rock, el pop, el sinfónico y el progresivo. Unas señas que se marcarían a fuego en su siguiente Oops! Wrong Planet, un LP orientado ya al pop-rock que caracterizaría también a sus compañeros de Cheap Trick. En ambas grabaciones ya se ha establecido un cuarteto fijo: Todd Rundgren a la voz y guitarras, Roger Powell a los sintetizadores y teclados, Kasim Sulton al bajo y John Wilcox a la batería y percusión. Estos músicos también aparecerán en sus dos discos de 1980, aquel Adventures In Utopia basado en lo impuesto por The Cars o Gary Numan y el inspirado Deface The Music con sus proclamas sonoras a lo The Beatles.
Cualquier persona que escuche por primera vez Deface The Music (1980) sin conocer una mente tan extravagante y divertida como la de Todd Rundgren pensará que lo que acaba de comprar es todo menos un álbum de rock progresivo. Sí y no. Y es que la explicación a este contrasentido es algo más complicada. Todd, uno de los músicos más originales que ha dado el género, quiso demostrar con la entrada en la década de los ochenta que él y su banda podían estar a la última y hacerlo con el estilo que le faltaba a todas las nuevas propuestas que abarrotaban el mercado inglés y norteamericano. Un nuevo movimiento musical, al que pronto se le pone la pegatina de power pop, está atacando las listas. The Move o The Knack ya son conocidos por todos los jóvenes, adolescentes que en su momento no quisieron saber nada de recuperar las viejas maravillas grabadas algunos años antes por The Beatles. Rundgren no entendía que propuestas que tomaban sus basamentos sonoros de los cuatro de Liverpool, luego, para ganarse a las últimas hornadas públicas, se vistieran con músicas que desvirtuaban el legado original.
Así, y como muestra ejemplar de art rock en construcción constante y que se movía en un círculo vicioso de genialidad, Todd Rundgren graba junto a Utopia una obra que está fielmente basada en The Beatles. En un primer momento sólo sería la tonada ‘I Want To Touch You‘ (canción que copiaba directamente de los apuntes de la inolvidable ‘I Want To Hold Your Hand‘), puesta en funcionamiento para un largometraje que Alice Cooper tenía en mente y al que pensaba titular Roadie. Al final, y aunque ‘I Want To Touch You‘ había dejado impresionados a los productores de la película y al mismo Cooper, el tema se eliminó de lo que sería la banda sonora. Aun así, la mecha ya se había encendido y Todd no pararía hasta ver completado su sueño con forma de imprevisible trabajo discográfico. De esta forma, y con el paso de cada una de las composiciones, podemos viajar por creaciones inspiradas en las diferentes etapas compositivas de Lennon, McCartney y hasta Harrison. Así en Deface The Music el oyente puede hallar retazos instrumentales con sabor a aquel Magical Mystery Tour, al igual que guiños al ‘A Day In The Life‘ del Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Toda una mascarada que completaron mostrándose en directo ataviados con trajes al puro estilo “beatleiano“, un paso más allá en su giro radical en busca de la experimentación a base de la retroacción directa y aplastante.
La llegada de los años 80 supuso para los grandes dinosaurios del rock progresivo la adopción del viejo adagio “renovarse o morir”. Grupos como Genesis, Yes o King Crimson eran conscientes de que en una nueva era comercialmente dominada por el pop había que cambiar ciertas líneas de pensamiento y tratar de abrir sus propuestas hacia el gran público, haciéndolas de esta manera más accesibles al oyente medio (siempre dentro de unos ciertos límites). Así nacieron obras que podríamos encuadrar dentro de un hipotético subgénero denominado “rock experimental” o “pop sofisticado“. Pues bien, la banda de Todd Rundgren (la cual comenzó su andadura en 1974 con un buen disco de rock progresivo a la antigua usanza) no fue ajena a estas transformaciones, y tomó buena nota a la hora de plantear el LP Swing To The Right (1982). Un disco cuyo principal “leit motiv” es la denuncia del Nuevo Orden Mundial preconizado por personajes como Margaret Thatcher y, sobre todo, Ronald Reagan, y en el cual se pueden encontrar a partes iguales números claramente experimentales y canciones pegadizas en la más pura vena pop-rock.
Y tras golpear 1982 con el agraciado Swing To The Right y el pasable Utopia, llega un año después Oblivion y se convierte en poco tiempo en uno de los peores trabajos de Utopia, con una banda que estaba perdiendo relevancia en los 80 de una forma imparable. El disco busca ya un pop comercial, sin demasiados juegos o recursos originales, con acercamientos a un progresivo amable y de balada fácil. Su tema ‘Maybe I Could Change‘ era de lo poco salvable, y eso ya es mucho decir.
Tras no hacer demasiado ruido un año antes con su P.O.V., el cuarteto de oro de Utopia vuelve a brillar gracias a la publicación en 1986 de su Trivia y a la salida al mercado en 1989 de su Anthology (1974-1985). Sobre todo fue el segundo el que los volvía a poner de actualidad a finales de los 80 compilando lo mejor de su carrera desde los inicios, ya que Trivia, aunque poseía algún tema nuevo, recopilaba lo más destacado de sus tres últimos redondos de estudio: Utopia (1982), Oblivion (1983) y P.O.V. (1985). Viendo el poco futuro que tiene el proyecto, Todd y los suyos se separan para enfrascarse en nuevas apuestas musicales.
Los 90 depararán buenas nuevas para los seguidores de la banda. En 1993 sale a las tiendas el directo Redux ‘92 Live In Japan, resultado de la reunión a principios de dicha década de los miembros de Utopia y de su gira por tierras japonesas, en las que son considerados como grandes entre los grandes. La última compilación oficial conocida de la idea sonora de Todd Rundgren fue su City On My Head de 1999, aunque este multiinstrumentista ha seguido muy ocupado estos años trabajando para otros artistas y sacando adelante su carrera en solitario (aunque todo ello no cerró las puertas a una futura reunión ya en el nuevo siglo).