Sacrifice es, “Saxon en su salsa”, unos Saxon frescos de ideas, resolutivos en las formas y creativos en el fondo, manteniendo sus fundamentos inalterables sin mostrar signos de caducidad, todo lo contrario, demuestran una vez más porque son considerados una de las más importantes referencias de la historia del heavy metal.
Si en algún momento de su carrera su sonido careció de “punch” debido a su fallido intento de acercarse al mercado estadounidense, en los últimos años nos hemos reencontrado con aquel grupo que dominó los escenarios y triunfó por todo lo alto en la década de los ochenta.
Sacrifice, tiene mucho de aquel esplendor y aunque la propuesta de Saxon no puede sorprender en los tiempos actuales, es significativo el hecho de que todavía sean capaces de componer canciones que, con el tiempo, podrían pasar a engrosar el amplio catálogo de clásicos del que disponen. Para convencernos de ello, solo hace falta escuchar los dos primeros temas del álbum. “Sacrifice”, con sus guitarras desestabilizadoras, el ritmo marcado por una batería rotunda y Biff Byford exhibiendo un excelente registro vocal y, “Made In Belfast”, con sus toque folk de mandolina, sus marcados ritmos de batería y guitarras y, de nuevo, Biff poniendo su particular entonación para, finalmente, crear un ambiente embriagador con un pegadizo estribillo.
Esto solo es el principio, porque, con “Warriors Of The Road” nos transportan hacia estructuras propias de clásicos como “Motorcicle Man” mientras que “Guardians Of The Tomb” nos envuelve en un ritmo frenético de batería además de la presencia de riffs de musculosa sonoridad, los mismos que encontraremos en “Stand Up And Fight”, siempre con Byford aportando el toque esencial y definitivo para que Saxon resplandezca como en sus mejores tiempos.
La lección de heavy metal sin concesiones fútiles continúa con “Walking The Steel” donde, una vez más, surgen poderosas las guitarras de Paul Quinn y Doug Scarrat con acentuado protagonismo mientras la batería de Nigel Glockler marca los tiempos con precisión para mostrarnos una brillante pieza de arquitectura compleja.
Y… si alguien dudaba de la capacidad de Saxon para mostrar sentimientos, “Night Of The Wolf” es un ejemplo perfecto para convencerse de que la furia y la sensibilidad pueden fusionarse con imaginación. Rasgos que también podemos descubrir en partes de “Wheels Of Terror”, aunque aquí rodeados de una serie de pesados y arrebatadores riffs.
Y. para finalizar, “Standing And Queue”, una pieza con guitarras el estilo AC/DC, de ritmo cadencioso y atmósfera efervescente que pone de manifiesto tanto la versatilidad de Sacrifice como el talento del grupo británico.
Además, el álbum, en su edición especial, se acompaña de un segundo CD en el que se incluyen cinco interesantes bonus tracks; la versión orquestada de “Crusader” que dentro de su ya reconocido ambiente épico alcanza una nueva dimensión con los arreglos clásicos, dos versiones nuevas de “Just Let Me Rock” y “Forever Free” con sus singularidades con respecto a las originales y las versiones en acústico de “Requiem” y “Frozen Rainbow” para lucimiento de Byford, quien se ha encargado de la producción junto a Andy Sneap, consiguiendo ambos un sonido cristalino, detallista y afilado, resaltado por las mezclas y masterización de Jacky Lehmann.
CALIFICACION: 8,75/10
GRUPO: Saxon
TITULO: Sacrifice
DISCOGRAFICA: EMI/UDR
AÑO: 2013
PAIS: Reino Unido
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
Saxon: Sacrifice (2013)1 thought on “”