Si hay algún personaje rockero que no necesita presentaciones ese es Bon Scott, el malogrado vocalista de AC/DC quien, después de luchar durante toda su vida por alcanzar un sueño, el de ser una estrella del rock, cuando lo consiguió el precio que pagó fue demasiado caro. Dotado de un carisma natural y con una capacidad innata para llamar la atención, siempre tuvo claro que lo suyo era estar encima de un escenario. Su primer grupo serio fue The Valentines en el que compartía la responsabilidad como cantante junto a Vince Lovegrove interpretando canciones edulcoradas para adolescentes histéricas. Su siguiente paso fue vincularse a Fraternity, una banda más seria de carácter psicodélico/instrumental cuyo potencial nunca llegó a plasmarse y cuyo viaje a Londres resultó un fracaso y el final de su trayectoria. Cuando Bon había perdido casi todo esperanza de conseguir su sueño, se cruzaron en su vida los hermanos Young quienes, a pesar de considerarlo un “viejales” le hicieron una prueba y quedaron completamente convencidos de que era lo que necesitaban. Bon grabó con AC/DC varios discos a partir de 1975, consiguiendo un paulatino reconocimiento a nivel internacional. Sin embargo, sería con el lanzamiento de Highway To Hell en 1979 cuando el fenómeno AC/DC se disparó hasta niveles insospechados. Lamentablemente, Bon no pudo disfrutar todo lo que merecía su coraje e insistencia al morir poco tiempo después de la aparición del álbum. Aquí recordamos parte del contenido del decisivo trabajo discográfico con Bon Scott a las voces, incluyendo una presentación en TVE en 1980.