De cuando en cuando aparecen artistas tan necesarias como interesantes. Es el caso de la joven londinese Adele, que con solo veintidós años de edad ya ha conseguido ganarse el respeto de la crítica especializada y público. Influenciada por el soul y el jazz, y por las figuras de Ella Fitzgerald o Etta James, esta promesa de la música se encuentra presentando el que es su segundo long-play, tras despuntar con “19” (Peacemaker, 2008), un debut que fue la antesala de un torbellino mediático tras haber alcanzado la nada despreciable cifra de un millón de discos vendidos. Algo remarcable, más si se trata de una incipiente artista.
“21” (XL, 2011) es un paso en firme, donde a buen seguro confluyen las vertientes más auténticas a caballo entre el soul y la sensualidad de la voz de Adele. Una voz hipnotizante y casi sedante que ella misma describe como un estilo “heartbroken soul”. Esto es debido a que la línea del disco discurre entre rupturas, desengaños y otras tropleías provocadas por la condición humana. Quizá, esta historia recuerde a la de Duffy, la cual tuvo un ascenso y caída demasiado acelerada. ¡The rise and fall of the brit soul!
Pero nada más lejos. La apuesta de Adele juega con otras cartas. Cartas que se jugaron brillantemente en la grabación y producción de este largo. La primera baza era salir de Reino Unido para empaparse del sonido característico del sur estadounidense. La segunda manga era tener a productores de la talla de Rick Rubin o Paul Epworth (entre otros) a su plena disposición. Gran parte del trabajo fue realizado en Malibú junto a Rubin, mientras que el resto pasó a manos de Epworth, ya en la capital británica.
Canciones que por momentos rozan lo minimalista, pues en toda su extensión, la voz y el piano son protagonistas absolutos, frente a otras de compleja melodía. Con brillantez sorprendente suena ‘Rolling in the deep‘, primer sencillo que sorprende gratamente en un lance sonoro y de seguridad. El siguiente corte de presentación fue el tema que cierra este plástico ‘Someone like you‘. Curiosamente, ‘Rolling in the deep‘ es la encargada de abrir “21“.
Si las canciones que servían como carta de presentación eran más que exquisitas, el conjunto de todas ellas es todo un alarde de versatilidad y sonido, cargado de sentimiento y buen hacer que florece en ‘Set fire to the rain‘. Tal vez, una de las mejores partes del disco. ‘Rumor has it‘ compromete la voz de la bella Adele hasta alcanzar unos registros más altos y potentes, logrando así, una canción de excelente factura, además de guardar parentesco con ‘Rolling in the deep‘ como si de una historia-puente se tratara. El lado más pop vendría de la mano de ‘Set fire to the rain‘, que pese a su condición, no desentona en absoluto dentro de la maravillosa colección que contiene “21“.
El acercamiento al soul y al rhythm and blues llega con ‘I’ll Be Waiting‘, notable pieza que engrandece la segunda parte de este trabajo discográfico. ‘Lovesong‘ bajaría un poco el ritmo, para mantener así y de manera perfecta, un equilibrio preciso hasta el final de las once canciones guardadas.
Ahora solo toca esperar, pero sin prisa. Degustando el talento de Adele, que ya se encuentra afrontando una larga gira de presentación. El futuro y el desarrollo de los acontecimientos serán juez y verdugo a la vez de lo que pueda suceder. No obstante, se puede ver una brillante luz en el cancionero de la joven londinese.
Puedes escucharla y mantenerte al corriente de todo en su web oficial.
Calificación: 9/10
Texto: Charly Hernández
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