Artista: Ainara LeGardon
Título: “forgive me if I don’t come home to sleep tonight”
Sello: Winslow Lab
Fecha de publicación: 13 noviembre, 2009-12-06
Contacto: info@winslowlab.com
Web de la artista: Ainara LeGardon
Igual que si una noche dejas una persiana sin bajar del todo y los faros de los coches se cuelan entre las rendijas, dibujando en la pared destellos de luz que ayudan a llevarte al sueño, las nueve canciones del nuevo ( excepcional por ser publicado en un oasis nacional de incertidumbre) y tercer trabajo -digo “trabajo” porque ha sido el maduro proceso de cuatro años sin ofrecer nada nuevo-, de Ainara LeGardon, es una colección antológica de cómo un artista puede elaborar algo tan serio que parece salido del titánico esfuerzo de alguien que desprende desde la memoria hacia lo carnal sus sentimientos más sinceros. Y así, las canciones de este cuaderno de notas de la cantante bilbaína se filtran en el recuerdo de aquel que tiene la suerte de encontrarse en su camino y disfrutar de lo que ha labrado en el pasado y el presente esta artista sin parangón en la música nacional.
Las astillas que había dejado sin apagar Ainara LeGardon iluminan más que nunca el legado aprendido en sus dos anteriores trabajos (y mira si era bueno “Each day a lie“), para perfeccionar, por medio de una guitarra que acompaña (véanse la suavidad instrumental de, por ejemplo, “Stained Sounds” ó “The Third“) e introduce en muchos de los temas a la solista; cantando con dulce aflicción,- “Weightless“-, o añadiendo nervio a unas, de por sí arrebatadoras canciones sombrías, como ocurre en “Your own dirt“.
Difícil a veces pero siempre cautivadora, a Ainara LeGardon le sobran fuerzas para insuflar de oxígeno lo que parece hueco. Aquí no hay lugar para el estribillo fácil, para esa melodía que se te queda pegada a la primera escucha. Y ése es otro logro del álbum. El haber confeccionado, entre un conjunto de pespuntes donde juega con igual intensidad con el entusiasmo (“The morning of the Earthquake“) y la angustia, “I won’t forget that you took care of me when I was in need of help”, canta en “I won’t forget“, en una obra tan compleja como anómala.
De esta forma de volver una y otra vez a meter la hebra donde había cosido en sus anteriores álbumes golpes de guitarra y letras que huelen a sinsabor (trasladando ese fulgor a “Sickness“, por ejemplo), Ainara LeGardon, lo intrincado lo vuelve comprensible, haciendo engancharse a escuchar una y otra vez su último disco; anegando de maestría un trabajo indudablemente clásico. Junto con Anari, dos de las luminarias de la música en nuestro país. Y se recomienda, encarecidamente, el verlas en directo. Únicas e irreemplazables.
Texto: Ángel Del Olmo