Artista: El niño gusano, La Costa Brava, Muy poca gente
Álbum: Algora campeón
Discográficas: Grabaciones en el Mar, Mushroom Pillow
País: España
Año: 2009
Enlaces: http://www.myspace.com/bienvenidosalacostabrava
http://www.myspace.com/elninogusano
Hace poquito más de un año a la escena independiente española le dio un soplo al corazón y perdió, en un tris, a uno de los artistas más importantes que ha dado la escena musical nacional (dejémonos de historias, independiente o no) de las últimas dos décadas. Sergio Algora fallecía, pero pegaba su sombra con inmensas letras de colores en el pop español; las grandes melodías de los grupos en los que participó (“El niño gusano“, “Muy poca gente” y “La Costa Brava“), así como sus candorosas letras desbordan (en presente) de luz la sabiduría de este zaragozano tan excepcional, que también era poeta, dramaturgo y articulista; o sea, un gran narrador.
Ahora, dos discográficas (Grabaciones en el mar, donde se puede pedir el disco, y Mushroom Pillow) se han prestado a recopilar una colección de 14 canciones para hacer honor al esfuerzo de reunir la obra de varios años de discos míticos (“El efecto lupa” ó “El escarabajo más grande de Europa“) y dejar, al que se acerque por primera vez a escuchar estas canciones, la sensación de lo mucho que se perdió en esos años, escondidos tras las modas, los hits y las adocenadas listas de éxitos. Y todo ello con un precio del disco muy asequible, que también lo distribuye las tiendas FNAC. No hay excusa.
Y es que cuando uno se acercaba a tomar una copa al “Fantasma de los ojos azules” en Zaragoza, percibía desde el primer momento (esos bichitos de la portada del disco “El escarabajo más grande de Europa” que estaban en la puerta) un halo de magia que se captaba en el bar, con esos juguetes tirados por el suelo y la gente sentada tranquilamente, sin parecer percatarse de la historia que llevaban bajo el hombro los responsables del lugar.
No sé si Zaragoza se presta a ello, pero es una ciudad muy dada a crear, en un universo paralelo a la gran masa, unos nombres y unos bares muy curiosos. Ahí estaba el citado “El fantasma de los ojos azules“, “La lata de las bombillas“, “La caja de los hilos“…y así, sólo hacía falta pasear por sus calles para sentir el veraz y nada impostado gesto que han creado los habitantes de esa ciudad. El de sentir ese pop de melodías sencillas, con letras cotidianas, a veces con un tono de amargura que las hacía, si cabe, más verdaderas. Una vez, que tuve la oportunidad de charlar vía telefónica con Sergio, así me lo comentaba.
Ahora, con esta pequeña colección de canciones, su discográfica le hace un pequeño (por lo escaso del contenido), gran (por lo valioso de su mensaje) homenaje y otro (gran) obsequio a nosotros.
De esta manera, uno puede apreciar una historia de amor desgarradora (“Natasha Kampush”-hazme una perdida“), gritando eso de “Ya no nos da miedo que todo ahora pueda acabar“, repitiendo la letra para que se haga más concluyente. O cómo perder la cabeza por una relación amorosa, entre la memoria de fabricar otro recuerdo perfecto, narrada de forma impecable en “Mi última mujer“. ¿Y qué me dices de la irresistible “Quinceañeros“, con esa introducción orquestal que avanza una canción tan luminosa como perfecta?.
Hay varios momentos dedicados a la ausencia (“El hombre bombilla“) y, quizás, otros que podían haber quedado excluidos; como la versión que hicieron en clave rock del “Hoy no me puedo levantar” de Mecano. Pero son detalles menores en una selección que recuerda el vacío que ha dejado un artista como pocos.
Y para quienes quieran seguir con ese espíritu, no se olviden que los zaragozanos Tachenko siguen ahí, dando guerra, que su último disco “Esta vida pide otra” es una joya.
Todo este legado que Sergio Algora nos dejó demuestra que era una persona que no estaba hecha con frío, como cantaba en “Pon tu mente al Sol“. Era todo un Campeón. El año pasado, uno de nuestros hombres-bombilla se apagó. Pero guardó todas sus cosas en una caja blindada; y las podemos escuchar cuando queramos.
Texto: Ángel Del Olmo