Hablar del grupo canadiense Annihilator es hacerlo, forzosamente, de Jeff Waters, fundador, compositor de la mayoría de letra y música, guitarrista por vocación y fabricante nato de riffs contagiosos así como virtuoso de las escalas. Jeff, fue formando el esqueleto de Annihilator hasta dar con la primera alineación: Randy Rampage (voz), Dave Davies (guitarra rítmica), Ray Hartman (batería) y Wayney Darley Bajista. Su opera prima, Alice In Hell, editada en 1989 tuvo una repercusión tan importante, que incluso arañó parte del protagonismo que por aquel entonces acaparaba Metallica. Con el alboroto causado con su debut, su primera gira europea no tardó en llegar. Han pasado dos décadas de aquellos acontecimientos y Annihilator vuelve a la actualidad por su próxima visita a España, en noviembre, para presentar su último álbum, de título homónimo, así como algunos de sus clásicos. Un momento adecuado para rescatar una de las piezas más representativas de su mencionada ópera prima, precisamente, la que daba título a la obra, “Alice In Hell”.