Amaral: “Hemos creado un monstruo de sociedad”

Llegó por fin el tan cacareado nuevo disco de Amaral, Hacia lo salvaje (Antártida). Que si un viaje al indie, que si un paso hacia lo rockero… soy de los que piensan que tampoco ha habido tal cambio drástico, que en ciertas canciones, llamémoslas caras B de su discografía, siempre estuvo este sonido ahí, viniendo En el río, Concorde o Biarritz a la cabeza. “Es cierto, no creo que nos hayamos movido de nuestro sitio, como siempre, hemos hecho lo que hemos querido, y lo que hay es una evolución lógica. En directo teníamos más personalidad y energía que se perdía en el estudio y quizás era por las guitarras, por eso quisimos potenciarlas, acústicas o eléctricas, con baterías más tribales y melodías más rítmicas”, nos cuenta Eva Amaral.
Es ella quien compuso la canción que dio título al disco, Hacia lo salvaje, un single que irremediablemente nos lleva a Jon Krakauer, Sean Penn y Eddie Vedder (Into The Wild, una bella historia que narra la dramática historia de Christopher McCandless): “Y no había visto la película ni leído el libro cuando hice la canción, pero claro, como todo el mundo me habló de ella, tuve que verla y desde luego que me conmovió mucho, la película y la historia del personaje que es real. Me sentí muy bien, había contado una historia que tenía mucho que ver. Es maravilloso ver que es un pensamiento universal, volver a la naturaleza para hacerte más humano”.
Y al final de eso es de lo que trata el nuevo disco (sexto de estudio) de los zaragozanos. Porque si bien han demostrado en numerosas ocasiones no tener pelos en la lengua a la hora de hablar de lo que les rodea, la crisis moral en que vivimos, como hijos de su tiempo, domina su lenguaje: “Hay una frase en esa canción que dice ‘no tenéis ni idea de lo alto que puedo volar’, me encanta cantarla, soy bastante introvertida y eso me hace sentir bien. La letra es reflejo de unas ganas de huir hacia adelante, de huir hacia el futuro. Hacia lo salvaje debe ser entendido hacia lo desconocido a nivel conceptual. Creo que hemos hecho un monstruo de sociedad y muchos tenemos la necesidad de cambiarla, que sea menos cruel, más humana y honesta”, asevera en un discurso que se mantiene a lo largo del LP. Si Hacia lo salvaje abre el disco, Van como locos lo cierra, e incluso hay espacios para canciones tan crudas como Hoy es el principio del final. “Se cierra el círculo, veo Van como locos como una legión de salvajes que bajan de las montañas a la ciudad no a destruir sino a construir algo, y de Hoy es el principio… habla de que tenemos que mantenernos firmes y luchar por nuestros derechos”.



EXPLORACIÓN DE SONIDOS

Una propuesta tan comprometida -tiempos oscuros donde es casi obligado el compromiso- no quita para que haya mucho espacio para lo estrictamente artístico. Fue la propia Eva quien nos comentaba que las guitarras primaban, no sólo en cuanto a su presencia dominante, sino en la exploración de sonidos, casi como un juego, ya fuera en las guitarras más gordas y saturadas de Montaña Rusa frente a las acústicas Cuando suba la marea y Olvido o el rollo country que imprimen en Si las calles pudieran hablar, de la diferencia que podemos ver en esa balada de bar que es Robin Hood o la oscuridad de Esperando un resplador, un sonido del que ha sido artífice Juan de Dios Martín, “ha echado un montón de horas y ha entendido muy bien el sonido de las guitarras de Juan, el concepto que teníamos. Ha sido el tercer Amaral”, dice Eva. Y se traducirá en el directo. Al revés que la melancolía por las ausencias que supuso Gato Negro Dragón Rojo y La Barrera del Sonido que sirvió para plasmar lo a gusto que se encontraban con la formación de entonces, “esta gira tendrá un sonido más crudo, sin cuerdas, sin apenas teclados… que funcione todo como un motor”, para la que contarán con Jaime García Soriano (Sexy Sadie) como guitarra.
Sus pasos recientemente les han llevado a tocar en Central Park y Hyde Park (cumpleaños de Mandela), pasos que acrecientan su leyenda, experiencias de las que se nutren, “conocer sitios diferentes al tuyo te enriquece, todos tenemos mucho en común. Latinoamérica la guardamos con mucho cariño, y entrar en el mundo anglosajón es especial por todas nuestras influencias”. amaral.es

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