A mediados de los 90 estos fineses ya iban por su propio camino cuando editaron Tales from the Thousand Lakes, que se apartaba de lo que por entonces estaban haciendo otras muchas bandas en el death escandinavo. Más tarde continuaron en esa senda por la que se diferenciaron del rumbo electrónico que dieron muchos con discos como Elegy o Tuonela. A partir de ahí lo cierto es que su carrera ha sido desigual, aunque con notables momentos de interés.
Con este, su duodécimo disco, vuelven de alguna forma a su etapa de finales de los 90. Temas como Bad Blood o la que da título al álbum recogen riffs del death melódico de aquellos años y melodías vocales limpias muy pegadizas. Los elementos folklóricos que en otros tiempos tomaron gran parte del protagonismo se circunscriben ahora a unas pocas composiciones, como Death of a King o Tree Of Ages, para dejar espacio a los crescendos sinfónicos de Dark Path y Sacrifice.
Under The Red Cloud es un buen ejercicio de elegancia y precisión. Amorphis tiene una fórmula y la siguen explotando con buenos resultados. Pero quizá sea ese también su punto flaco, porque es difícil escapar de la sensación de haberlo escuchado antes. Y es que un disco como este hace 15 años hubiera ocupado un digno lugar entre los más interesantes del año, pero hoy en día hemos escuchado ya mil y una veces lo mismo, tanto de parte suya como de muchos de los que continuaron por el camino que ellos comenzaron.
Texto: Juan Manuel Vilches