Como todo artista famoso muerto a edad temprana que se precie, en un futuro no muy lejano podría ver la luz el disco póstumo de Amy Winehouse, que parece dejó el esqueleto de una docena de canciones que deberán someterse a producción y masterización. Eso sí, la última palabra para permitir su publicación dependerá de la familia de la cantante británica.

A comienzos de junio, NME publicó una noticia, aludiendo a fuentes de Island Records —la compañía de la cantante-, diciendo que el tercer álbum en estudio de Amy Winehouse ya estaba listo. Sin embargo, ahora, la discográfica ha filtrado que tiene una docena de nuevas canciones casi terminadas, pero que deberán someterse por la fase de producción y masterización.

Según esta fuente anónima de Island, “Amy había expresado su interés de regresar al estudio de grabación y después de consultarlo a todo el mundo, pensamos que podía ser una cosa positiva para distraerse de otras cuestiones“.

Esta misma fuente añadió que “ha dejado el esqueleto de algunas canciones y en otras llegó más lejos. La gente estaba emocionada, con franqueza, eran muy buenos. Hemos escuchado los cortes en bruto y sonaba ‘vintage’“.

Lucian Grainge, jefe ejecutivo de Universal —propietaria de Island Records-, escuchó alguna de las nuevas canciones de Amy en Music Industry Trust Awards en noviembre de 2008 y comentó que sonaban “sensacional“.

Según una última información publicada el domingo por The Mail On Sunday, el álbum podría ver la luz en 2012. Para su conclusión se usarían tanto las voces grabadas de Amy como con las contribuciones de algunos amigos. El periódico afirma que los beneficios irían a parar a la fundación que dirige el padre de la cantante británica.

Las fuentes de The Mail On Sunday afirman que el nuevo trabajo de Amy iba a ser “más autobiográfico que nunca” y en buena parte de las letras hablaba sobre la experiencia personal que vivió con su divorcio de Blake Fielder-Civil.

Por otro lado, una semana después del fallecimiento de Amy Winehouse, su seguno disco, Back to Black ha regresado al número 1 de la listas británicas y su debut, Frank, ha entrado en el puesto 5º, algo que nunca había logrado con la cantante viva.