Con una portada así, que puede recordarnos a Pink Floyd o Rush, lo cierto es que algo de lo que vamos a encontrar en este In Dreams And Time ya podemos intuirlo. Otras pistas acerca de su sonido también las podemos encontrar en portadas anteriores, porque la de su primer trabajo fue elaborada por Arik Roper, un tipo que ha trabajado para bandas como Earth, High On Fire o Sleep, o en las colaboraciones de su anterior álbum, Of Sound Mind, que incluía nombres como David Scott Stone (de Melvins o Unwound, entre otros). De esta forma tenemos configurado el cuadro general a base de doom, psicodelia y rock progresivo. El otro camino era echar tan sólo un vistazo a la duración de los temas, la mayoría en torno a los nueve minutos.

In Dreams And Time comienza con todo esto, porque Whispers no lleva la lentitud a las cotas de Sleep o Earth, pero simplemente porque la épica que le imprimen no se lo permite. Con The Last Return las atmósferas creadas por Jason Watkings y Matt Barks, encargados de los teclados, Moog y otros, adquieren un protagonismo que más tarde en temas como On The Wind acaban cediendo a las guitarras. Corryvreckan añade ciertas influencias al sonido de la banda, como Neurosis o Hawkwind, especialmente por el tono espacial de estos últimos y las voces de los primeros. On The Wind se desborda en ese rock progresivo que se sustenta sobre largos pasajes de guitarra y Running In Circles tiene uno de los mejores desarrollos de todo el álbum, vibrante y que mantiene la atención de una forma casi hipnótica gracias sobre todo al trabajo del bajo. Para el final se reservan el tema más largo, de casi veinte minutos. Una pieza complaciente y que se recrea en torno a varias melodías que se complementan mediante la guitarra y la voz.

Con tres discos francamente interesantes, lo cierto es que Ancestors han ido aumentando su nivel de complejidad y densidad hasta este nuevo trabajo que, aunque nos deja huérfanos de muchos de los cautivadores riffs que escuchamos en Of Sound Mind, nos da a cambio unos teclados y sintetizadores que aportan una dimensión nueva a su sonido.

Texto: Juan Manuel Vilches