Ani DiFranco nunca ha sido especialmente conocida en nuestro país, exceptuando un breve eco del gran éxito que tuvo en Estados Unidos Little Plastic Castles. Uno de los motivos puede ser la importancia que en su música tienen sus letras, a veces crípticas, pero la mayoría de denuncia social y a menudo con alusiones a cuestiones demasiado locales para que un español pueda entender tales referencias.

La canción que da título al álbum es una versión de la original de Florence Reece, de comienzos de los años 30 del siglo XX. La historia es muy interesante. Reece era la esposa de un líder del sindicato de mineros estadounidenses en unos años en los que aún era habitual que una empresa pagara al sheriff del condado para que intimidara a quienes suponían un obstáculo para sus intereses. Una noche, después de recibir la visita y las amenazas del Sheriff y sus muchachos, Reece escribió la letra de esta canción. Aunque tomó las melodía de otras composiciones tradicionales, la canción adquirió casi desde el mismo de su concepción un tono revolucionario que Pete Seeger haría famoso e, incluso, Bob Dylan menciona en Desolation Row.

El comienzo con Life Boat viene con una de esas características guitarras de DiFranco y una letra en la que narra la vida de una mujer que vive en la calle. Una historia que bien podría tener lugar en su lugar de residencia desde hace años: Nueva Orleans, donde ella ha visto y sentido de primera mano los devastadores efectos del huracán de 2005 y la nefasta gestión del estado de la situación. Pero los mejores momentos de este trabajo llegan, además de con la mencionada ¿Which Side Are You On?, que cuenta con la presencia del propio Seeger al banjo, con Hearse, Albacore o Zoo. Estas tres últimas muy en la línea de temas como On Every Corner, Swim o Manhole. Amendment es otra de esas proclamas que siguen siendo tan necesarias: “If you don’t like abortion, don’t have an abortion. Teach your children how they can avoid them, but don’t treat all women like they are your children“.

Ani DiFranco nunca había estado más de dos años seguidos sin grabar disco. Pero el hecho de haber dejado pasar ahora más tiempo del habitual no parece haber tenido una consecuencia en lo musical. ¿Which Side Are You On? no supone un cambio drástico —ni lo esperábamos- y, sin ser de sus mejores trabajos, sí que mantiene un nivel aceptable y similar al de los últimos diez años. Es decir, buenos discos que mejoran cuando nos saltamos un par de pistas o tres. Y no es poco, después de más veinte años de carrera, diecisiete álbumes de estudio y otros tantos en directo y unos cuantos EP’s…

Texto: Juan Manuel Vilches