Cada disco de Antonio Arias es un sacrificio al altar del rock. Él sería el Toro, San Lucas, con su calva frente rebosante de ideas claras; Jota, por supuesto el León, rugiendo en la soledad del desierto, tan idolatrado como denostado, igual es San Marcos que Juan el Bautista; Eric Jiménez sería el Águila. Su […]