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En un concierto donde actúan Lele y Héctor Laina la incógnita de las dos terceras partes del titular de esta reseña están despejadas. Y es que en la noche del pasado día 16 de Septiembre padre e hijo disfrutaron e hicieron disfrutar en un concierto donde las versiones de los años 70, sobre todo del cuarteto de Liverpool The Beatles, salieron del baúl y nos inundaron la memoria de buenos recuerdos. Lo del Espíritu Santo ya no queda tan claro. Lean el resto de la crónica y saldrán de dudas.
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A las diez y veinte de la noche se dio el pistoletazo de salida a una actuación memorable en La Cueva Del Bolero, que para la ocasión completó su aforo. Empezaron descargando el tema “Can´t By My Love“, de The Beatles — de los británicos sonaron una coreada “Help!“, “I´ll Be Back” y la preciosa “Here Comes The Sun“, entre otras -. Los allí presentes acompañamos con palmas la estupenda versión de Creedence Clearwater Revival, “Have You Ever Since The Rain“, al igual que coreamos con ganas “Marrakesh Express“, tema de Crosby Stills & Nash, o “San Francisco“, de los perpetuos The Mamas & The Papas.
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Se aceleró el tempo del concierto con la bellísima interpretación de la versión del tema “Jumpin´Jack Flash” de The Rolling Stones para volverse a ralentizar con “Bring It On Home To Me“, versión del tema de Sam Cooke y que Topo, grupo en el que milita Lele, ya versionó en su disco de 1980, “Pret A Porter“. Los intérpretes se intercambiaron las guitarras para seguir por los derroteros del blues con una logradísima versión de “Hookie Cookie Man” de Muddy Waters que desembocó en los acordes de la canción “I´m A Believer” del inolvidable Neil Diamond.
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También acudieron a la cita un par de canciones de los míticos Simon & Gartfunkel: la técnica “Scarborough Fair“, en la que tomó protagonismo la melosa voz y la inmensa interpretación a la guitarra de Héctor, y la inolvidable y omnipresente “The Sounds Of Silence“. La actuación volvió a coger revoluciones con el acelerado tema de Check Berry “You Never Can Tell“, canción que puso de moda Quentin Tarantino en su película “Pulp Fiction“. “Ain´t No Sunshine” de Bill Withers y “Born To Be Wild” de Stephen Wolf pusieron, después de poco más de una hora, el broche de oro a una actuación en la que desde el escenario se animó a participar al respetable con un repertorio tan acertado como bien ejecutado. Â
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Ustedes se preguntarán por el Espíritu Santo. Pues bien, el Espíritu Santo dejó su disfraz de paloma y bajó del cielo para materializarse en forma de canciones, inundando de verdad la frase que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por cierto, desde aquí les animo a que se pasen por La Cueva Del Bolero, un local pequeño pero acogedor, decorado con mucho gusto y que conserva un nostálgico parecido con “Cavern Club“, garito donde comenzaron su periplo musical The Beatles. Una noche completa.Â
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                                                                                 Texto y Fotos: AMADO STORNI