A las 22:15 Benjamín Prado  se subió al escenario del Centro Cultural Galileo para deleitarnos con su poesía a las más de cien personas que allí nos dimos cita. Una poesía que ya es más del mundo que suya. La casi hora y media que duró el recital se estiró como un chicle, tanto, que dio tiempo a que Benjamín nos cantara sus poemas, a que se aventurara a adornarlos con la guitarra, con la armónica y con su altiva presencia. También dio tiempo para emocionarnos con la música y las voces del argentino Nico Nieto y del madrileño Coque Malla. Entre los tres lograron esa noche, con un repertorio tan variado como bien escogido, que la Música y la Poesía viajaran juntas y cogidas de la mano. Del disco más poético de Coque, “La Hora De Los Gigantes“, sonaron bellísimas canciones como “Hasta El Final“, que dio el pistoletazo de salida al recital, “Berlín“, cantada por el poeta, “Quiero Volverte A Ver“, “Abróchate“, tema que dio paso a los bises y en la que el público desató su euforia contenida en forma de palmas, o la homónima “La Hora De Los Gigantes“, tema que dio por finalizado un recital entretenido a la vez que entusiasta. También sonaron “Punto Cero“, del primer disco en solitario de Coque y “Al Final“, tema que sirvió para que Benjamín nos recitara el poema convertido en canción “Esta Noche Contigo“, recogido en el disco “Yo, Mi, Me, Contigo” del también poeta Joaquín Sabina. También hubo tiempo para “desorientarse” intercambiando los papeles – Nico y Coque recitando, Coque “enchufado” a la guitarra eléctrica, Benjamín rasgando la guitarra acústica… -. Dio tiempo incluso para esparcir, como semillas de esperanza arrastradas por el viento, sus libros y sus poemas por todo el auditorio. Todo un acierto. Todo un detalle.

 

 

La voz de Benjamín nos conquistó al hablarnos de “todos esos caminos por los que yo te busco, todos esos caminos por los que tu me sigues“, de un “viento negro que arranca las páginas del día“, de que “lo contrario del mar es una mujer ciega“. Gracias a él aprendimos que “los ríos son Machado“, o que “hay versos subterráneos en los papeles rotos porque existe Bob Dylan… y Coque Malla“.

 

 

El autor de “El Corazón Azul Del Alumbrado“, 1991, “Asuntos Personales“, 1992, “Cobijo Contra La Tormenta“, 1996, “Todos Nosotros“, 1998, y “Marea Humana“, 2006, nos dejó un buen sabor de boca y mejor de oído. Un recital en el que todos los que esperábamos solamente disfrutar acabamos emocionados meditando sobre el Amor, el Compromiso, el Olvido y la Memoria. Con mayúsculas. En futuro.

 

“Aquél que sepa quién me robó cada uno de esos versos, aquél será mi hermano“. Yo sé quién te los robó. Fui yo, hermano.

 

 

                                                                                       Texto y Fotos: AMADO STORNI