Soy de los que piensan que el rock de este país peca de falta de ideas y tira a menudo de los más veteranos para solventar la papeleta. En medio del tedio se mantienen impertérritos Berri Txarrak, que con una apuesta seria, sólida y sin concesiones han puesto Euskadi en el punto de mira del rock mundial, siendo la propuesta con más proyección de todo el Estado. Haria (Kaiowas) es su nuevo trabajo, un disco para el que han contado con el afamado Ross Robinson en la producción: “En la música no hay una fórmula que aplicar porque lo harían todas las bandas. Nadie sabe cómo sucede, de pronto los astros se juntan y la gente empieza hacerse eco de un grupo, y Berri lleva un tiempo viviéndolo y hay que aprovecharlo y esperamos que vaya igual o mejor que la gira anterior. El grupo ha ido creciendo a base de constancia, trabajo, que los discos han gustado y hemos ido avanzando, todo eso ayuda a un grupo, pero no hemos cambiado, ni somos más accesibles ni nada parecido. El mundillo musical nos tiene bastante respeto y eso nos hace sentirnos orgullosos de ser quienes somos”, contesta el trío navarro.

Aunque siempre ha sido un grupo combativo y reivindicativo, Haria merece la pena escucharlo en clave de análisis sobre las relaciones humanas: “No hemos hablado mucho del tema crisis aunque hay cosas para ello, aunque de refilón puede aparecer algo. Haria, que significa hilo, habla de la proximidad, de las relaciones, incluso de los valores e ideales en una época convulsa. Hablan de caminar, avanzar y buscar el hilo a seguir adelante. También de la dificultad del grupo, de ver si se iba al garete y encontrar el hilo por el que seguir, aunque también hay mucha crítica”.

Es musicalmente un disco que bebe mucho de su discografía anterior, con un inicio avasallador (Albo Kalteak o Haria) que a medida que avanza va dejando muchas melodías y matices (Iraila, Makuluak o Soilik Agur), siendo artífice en parte de ello Ross Robinson, quien se hiciera famoso en los 90 por sus discos de Korn, Deftones o Slipknot: “Pues nos interesó más el actual Ross, el que grabó At-The-Drive-In o The Cure. Es muy variado, su versatilidad y el gran resultado tanto antes como ahora es lo que vimos que podía funcionar, más que ver cómo sonaba un disco u otro, por eso nos desplazamos allí. Berri es un grupo difícil de clasificar, y Ross en este caso ha visto un poco ese abanico. Normalmente ensayaba diez días con las bandas antes de meterse, con nosotros dijo que no hacía falta. Llegamos con los temas muy trabajados, a nivel de estructura veía que funcionaban y eran buenas, no las retocó, en cambio sí trabajó más a nivel de arreglos y de sonido y luego las tuercas las retorció en las tomas, motivándonos al límite y filosofar un poco sobre la música para ir a por todas en cada toma, sin despistes porque hay que darlo todo, no te daba tiempo a relajarte”.

Además, parece cerrar el controvertido sonido de Payola que grabado en vivo con Steve Albini, dejó un sabor agridulce en muchos de sus fans por su crudeza (casi de maqueta) y que me pareció en su día una apuesta arriesgada y más que correcta: “Berri ha sido un grupo que nunca se ha encasillado, cuando alguien ha tratado de hacerlo la banda ha salido por otro lado. Payola tuvo su momento, estuvo muy bien, las canciones pedían esa producción, y nunca hemos pensado al revés. Queríamos esa forma de trabajar y tuvimos los huevos de hacerlo y correr ese riesgo, vernos desnudos y hacer un ejercicio con una producción muy austera trabajando con Steve Albini, defendimos un disco muy complicado dadas las producciones actuales, y más viniendo con un disco como Jaio Musika Hil. Estamos orgullosos del valor y de lo que hicimos, porque muchas bandas no se atreverían”.

Los tres tienen muchas ganas de tocar en directo. “Ha sido un acierto el respirar y tomar un descanso entre giras, porque estás varios años recorriendo el mundo. Es bueno parar y replantearte el directo y ensayar”. berritxarrak.net
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