Cazorleans es la denominación que celebra la vigésimo séptima edición del Festival Internacional de Blues de Cazorla. Una localidad entregada al Blues durante tres días que, por la afluencia de público, bien podrían ser las fiestas mayores con permiso del Santísimo Cristo del Consuelo, patrón de Cazorla, y que Dios nos perdone a los rockeros. El cartel se reparte por la mañana en la plaza de Santa María con el escenario Cazorla Naturalmente, la tarde con el escenario Jaén Paraíso Interior en la plaza del Cristo ambos con entrada libre y el escenario principal Cruzcampo en la plaza de toros para los conciertos de la noche. El reparto del cartel en tres escenarios a diferentes horas, permite disfrutar del cartel completo si el cuerpo aguanta.
El jueves arranca el festival con una noche de cuatro conciertos muy interesantes. Comienzan los míticos Waterboys ofreciéndonos un gran concierto plagado de sus temas clásicos como ‘The Whole of the Moon’ o ‘Fisherman’s Blues’ y el líder Mike Scott tiró de adaptaciones de Patti Smith, Black Sabbath o Sex Pistols para desbarrar con la banda.
Joe Louis Walker nos devolvió al blues americano de raíces y Chris Cain nos hizo vibrar con su electrizante técnica con la guitarra, una interpretación magistral. Termina la noche un emblemático Johnny Rawls acompañado por el magnifico guitarrista Cesar Crespo.
El viernes ya se pudo disfrutar del festival en todo su esplendor, con conciertos durante todo el día. Por la mañana la plaza de Santa María, una plaza de considerables dimensiones abarrotada de público con muchas ganas de pasarlo bien con los Drum Cat Blues, El Niño Delta y los Troublemakers, A Contra Blues y Txus Blues & Cesar Canut, que musicalizaron algunas lecciones de vida que sin duda les vendrá muy bien a toda la gente joven que poblaba la plaza. A destacar la actuación de A Contra Blues que fueron realmente el plato fuerte de la mañana y donde al finalizar su concierto y tras un buen rato continuaban recibiendo los halagos del publico en el backstage del escenario.
A la tarde, el escenario Jaén Paraíso Interior en la plaza del Cristo ofreció tres grandes conciertos de Tangerine flavour, Luke Winslow-King y Corizonas. Con un lleno absoluto, a eso de las 19:30 ya no se podría entrar a ver a los Corizonas dependiendo de la gente que abandonara el espacio. Finalmente cae la noche, el sol se apaga y se encienden los focos de la plaza de toros de Cazorla, el escenario principal Cruzcampo.
Aparecen los Altered Five Blues Band y nos arrojan a la cara un fabuloso concierto de blues cargado de fuerza eléctrica, continúan los holandeses Dewolff que estuvieron fanfarroneando de juventud y virtuosismo progresivo sorprendiendo a la grada por su entrega y dedicación, caldeando el ambiente tanto que pensamos por un momento que seria insuperable, pero Vanessa Collier, con su cara dulce, su sonrisa y buen rollo lo superó con creces dejando al publico totalmente enloquecido por su tono en el saxo, al cual le exprimía cada vez que le hacia sonar haciendo unos solos prolongados e insaciables. Al finalizar todo la gente en pie enloquecida con Vanessa Collier, hizo una ligera petición otra canción, misión imposible en este tipo de conciertos.
Diamond Dogs cerró la noche con un primer tema fallido con el sonido, una tónica habitual en los cierres del jueves y el viernes. Y aunque Sulo cantaba lo más alto posible su voz no llegaba ni a dos metros debido al sonido. Rápido cambio de cable y por fin llegó su voz a la linea de sonido, comienza el espectáculo de los suecos con sus píldoras de punk rock adictivo a las que es imposible resistirse.
El último día de festival nos trae a una maravillosa Susan Santos que nos descargó toda su fuerza en un gran concierto dejándose la piel en cada tema para levantar el pabellón, y vaya si lo hizo, no sintiéndose muy a gusto con el amplificador con el que comenzó, no sabemos si era un problema técnico o por gusto personal pero a mitad del concierto Susan decidió cambiar un probable VOX AC30 por un posible Fender Deluxe, era difícil distinguir en la lejanía, pero cierto es que ganó cuerpo y contundencia, dejó atrás un sonido que aunque era bastante potente y molón, si pecaba de estridente y chillón. Se nota que tiene buenas tablas Susan Santos y por ello lleva conectado un cable a su guitarra de bastantes metros para poder moverse por todo el escenario libremente y bajarse del mismo para terminar su concierto rodeada de sus fans.
A este nivel comenzamos el un sábado inesperado con un Kenny Neal simpaticón, disfrutón y rodeado de unos músicos realmente buenos, tan solo comenzar se percibe la pegada del bateria al bombo que ningún otro lo había hecho sonar así. Marcándose un solo de batería para finalizar que dejó a todos eufóricos. Un derroche de talento todo el equipo de el de Nueva Orleans. Tocando tanto la guitarra como la armónica como el bajo, se nota que le encanta tocar otras cosas y sobretodo pasárselo bien.
Después de estos dos conciertos tan potentes era realmente difícil saber que podría depararnos después, aunque para los que no conocían a la familia Kitty Daisy & Lewis, debió ser una grata sorpresa dejarse de tanto virtuosismo de desfogar con ritmos bailongos y dejarse llevar por temas relativamente sencillos pero que no lo son en absoluto y su base rítmica, no había tema que no se bailara en esa plaza de toros. Realmente hicieron buena piña los tres hermanos.
Personalmente no puedo hablar de ediciones anteriores debido a mi primeriza experiencia en el Bluescazorla, sería una maravilla si la arena de la plaza de toros de Cazorla estuviera cubierta, y así evitar respirar polvo durante las horas del concierto, aunque se riegue, al final se acaba bailando debajo de una gran nube de polvo arenoso que hace que al día siguiente el personal tenga la garganta como una lija. Y aunque exista ese pequeño pero, diría que es un festival súper amable y divertido, con un ambiente bastante bueno, donde se puede disfrutar sin las aglomeraciones de los grandes festivales donde ya se sabe que pedirte una cerveza es un suplicio o ir al baño puede ser la peor experiencia de tu vida. Así que viva el blues y viva la gente que le gusta ir a este festival ya que es una gran fiesta musical y pistolas de agua si vas por las mañanas a la Plaza Santa María. ¡Ve preparado! no será que no te aviso.