Boat Beam es una de esas pocas consecuencias positivas de la globalización. Una australiana, una americana y una española, tres nacionalidades y un solo lenguaje, el de la música.
Josephine Ayling dejó Sydney para conocer Madrid, aquí se encontró con Alisha Buttke y juntas empezaron a navegar por pequeños locales de la capital, pero tal vez, como en la última película de Woody Allen, les faltase la sal, y la sal llegó en forma de chelo, el que tocaba la española Aurora Aroca.
Voces penetrantes y cautivadoras para contar emociones de una forma original. Aunque como siempre hay quien intenta buscar referentes. Para algunos son las nuevas Au Revoir Simone, pero la suya, es música en acústico. Para otros, flotan con la marea de Russian Red o Anni B. Sweet, pero el trío escapa de la languidez de las solistas. Y para un tercero, yo mismo, sus penetrantes y oníricas voces nos hacen recordar a Cocorosie, pero sin tanto artilugio. Pero ellas, lo dejan claro, su gran influencia es la música clásica, son las composiciones de Satie o Debussy las que dan impulso al chelo, la viola y el piano y la guitarra con los que rema Boat Beam.
Su primer disco “Puzzle Shapes” es una pieza más que recomendable que deja patente su amplitud de registros, desde el folk de The Rain Paul al pop, al jazz, la música indie y los guiños clásicos. Para empezar podéis entrar en su myspace y escuchar Falling Over o Lion Hunt,