Haciendo frente al sistema a golpe de hardcore y punk rock 25 años después, su buen hacer no ceja. La razón se encuentra en sus letras: La lucha social se merece una canción. Bandas como Boikot deberían existir para siempre, pues su rock contestatario y combativo es el mejor altavoz para aquellos a quienes este mundo de banqueros ha callado. Lágrimas de rabia (Maldito Records) es su duodécimo trabajo y es un sentido homenaje en forma de disco y documental a los maestros represaliados en la guerra civil española, uno de los episodios más cruentos de nuestra olvidadiza Historia.

Musicalmente se parece a aquel De espaldas al mundo (01), aunque bien se cuida de tocar todos los palos de su variada carrera, metal, hardcore, punk, rock y ska. “En el fondo es un extracto de todo lo que hemos aprendido tras Amaneció (08) donde hicimos una ruptura con lo anterior. Quisimos un disco de fiesta, para el directo, y nos fuimos al centro del meollo, a los Balcanes. Para este queríamos recuperar la esencia de lo que mejor sabemos hacer. En todo este tiempo ningún disco nuestro se parece a otro y nos apetecía“, nos explica Juankar, cantante y bajista.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, tiempo por lo que dice bien invertido: “Hicimos mucho trabajo en el estudio, y hubo tiempo para cambiar de todo, hasta cuatro versiones de letras teníamos”, ¿entonces los discos se terminan o se abandonan? “cerramos el círculo cuando vimos que podíamos empezar a repetirnos“, asegura, al tiempo que confiesa que sirvió para “reafirmarnos en la carrera que hemos escogido. Hay que quitar tópicos de que esta es una buena vida, el rock nunca estuvo bien visto ni tuvo la repercusión de Vetusta Morla, que encantado, pero casi las 24 horas de Radio 3 dedicadas al indie… El rock está marginado y no goza de la simpatía de los medios de comunicación… te pasas todo el día pegándote con todo el mundo y si haces punk-rock más. Desde Loquillo a Barricada sabrán de lo que hablo, cualquiera“.

También hay un divertido documental con material audiovisual de los últimos 8 años que ha recopilado sus andanzas de Ecuador o Costa Rica a Japón, pasando por Grecia, “no queríamos grabar un concierto. Queríamos una visión cercana a Boikot, dedicar este rockeros por el mundo a la gente que nos ha apoyado estos más de 20 años con cosas importantes como el inicio de la crisis griega hace 6 años“.

Por todo ello, tiene que existir una razón poderosa para seguir colgándose los instrumentos. No vale con que te guste, tienes que vivirlo día a día: “Una frase nuestra dice Porque la lucha social se merece una canción, somos conscientes de nuestro papel. Somos artesanos de la música, ni siquiera vivimos de ello. Lo que nunca perderemos es el espíritu rebelde e inconformista y el hecho de tener los pies en el suelo y compartir el día a día con vecinos y amigos, o ayudar en lo que podamos, hacer calendarios para asociaciones de minusválidos, de vecinos y dar charlas a jóvenes, radios libres con poca difusión que son realmente escuelas para periodistas… ir a ver chavales enfermos, hijos de parejas con problemas. Queremos madurar y que salga un buen vino, como Barricada o Rosendo, lo bien que se adaptan a los tiempos“.

www.boikot.com.es

Más información en Club de Música