Raitt lleva pergeñando LPs de estudio desde 1971, cuando se estrenó con un álbum homónimo. En los 70 las obras discográficas le salían de seguido, para luego, entrada ya en 1980, comenzar a espaciar un poco más cada nueva apuesta. Pero, eso sí, sin dejar nunca de tocar y entrar en un estudio. Posiblemente los 90 le dieran las mayores glorias y el reconocimiento definitivo para sus discos de aquellos días, ya asentados en un blues rock elegante y bien reconocible. El nuevo siglo no se ha quedado atrás pues Silver Lining y Souls Alike, antecesores de Slipstream, son CDs que se deben tener, sí o sí.
Aquí la encontramos recurriendo a los más variopintos creadores de tonadas para que, ya sea revisándolos o disfrutando de ese recibir una pieza por encargo, a la postre hallemos una conjunción de piezas sin reproches que sacarles. Y aunque se agrada que recurra a la inventiva de Bob Dylan en un par de cortes, sin duda la canción más emocionante sea ‘Right Down The Line‘, versión en clave de reggae-blues de toda una gema que el recientemente desaparecido Gerry Rafferty grabó para su LP City To City de 1978. Y a la par que degustamos minuto tras minuto, Bonnie nos deja una mirada entre tierna y pícara mientras sube la escalera que aparece en la portada de Slipstream, como queriendo decir con campechanía: «Qué quieres, la música es mi vida y debo seguir subiendo peldaños».