Boss and Over ya son conocidos en muchos escenarios madrileños -incluyendo un primer premio en el festival Wolfest para bandas emergentes- y siempre han demostrado ser una banda festiva y compacta. En la presentación de su primer disco Preludio en Funk Menor, alargaron su repertorio, y además de su habitual aporte de energía, añadieron al combinado un componente de humor muy significativo, tanto por la cantidad de tiempo dedicada como por la importancia que ellos mismos le dieron dentro de su set.

Chistes, monólogos, mini canciones/parodia y disfraces ejercieron de hilo conductor -al estilo reivindicativo y absurdo de ciertas madres de la invención- para dar aire entre sus canciones y descanso a las piernas del público, presas del hechizo funk de los ritmos de ‘Confused’ o ‘I Want It’, los ambientes canallescos de ‘Yonki’ -en castellano y con Mario Boville de Alpargata– o la intensidad de medios tiempos como ‘Orgasm’, muy similar a los vigorosos esquemas que emplean Red Hot Chili Peppers para llegar a públicos mayoritarios.

La guitarra y el bajo se alternan para subir las revoluciones, y la música se envuelve entre los colores jazz de la percusión, acertadas pinceladas de saxo y una voz a punto de besarte. La histeria colectiva del arranque definitivo de ‘Fly Platypus’, tema ya sugerido en varias ocasiones a lo largo de la noche, junto con un solo de guitarra incuestionablemente zappiano, cerraron una actuación convincente y auténtica.

Más que probada su valía musical, el elemento humorístico y teatral le da a Boss and Over un valor añadido que puede ponerles por encima de la mayoría de las bandas festivas -cada una en su bailable subestilo- de la saturada escena nacional. Talento e ingenio no les falta. Does humor belong in music?