— Cuando os entrevisté el año pasado con motivo de la gira de reunión, las sensaciones de grabar un disco ya estaban en la mesa.
— En diciembre ya teníamos claro que queríamos hacer una grabación, antes de tener claro nada más, y luego apareció B-Core.
— Vuestro sonido actual mantiene la esencia más psicodélica y garajera, más Sonics, pero limpiáis esa voz muy serie B típica de los 80’s.
— La voz es primordial, en los 80’s éramos jóvenes y había escuela de cantar así, muy agresiva. Con Santi García buscamos el sonido natural de la banda, esa naturalidad le da contundencia.
— Imagino que esa era la premisa.
— Procuramos que no se note el cambio, que sea continuista, que no te sorprenda y digas estos no son aquellos, y lo hemos conseguido, en cuanto oyes la voz, dices Brighton.
— Vi que grabásteis alguna canción de las que se os habían quedado en el tintero. ¿Cómo ven el paso del tiempo?
— Tuvimos cambios de formación y siempre suele pasar, dejas de tocarlas… y se pierden. Completamos algunas letras, pero no hemos tenido que actualizarlas, incluso la versión de los Kinks, No puedo ir a dormir contigo, que tenía 16 años y no tenía experiencias de ese tipo tiene un gran espíritu.
— El disco tiene un título muy obvio.
— Es una broma y llama la atención. Inevitablemente te obliga a preguntar por qué lo dejamos, por qué ha pasado tanto tiempo, a hablar de nuestro bagaje.
— ¿Qué diferencias habrá entonces en esta nueva etapa?
— Si fuéramos un grupo nuevo, estaríamos deprimidos, pero Brighton 64 tiene una marca, y creemos que puede funcionar bien. Si no sale bien, habrá sido una experiencia más y por ahora muy gratificante. Y ahora cuando subimos a un escenario disfrutamos más, antes era todo demasiado tenso.
— ¿Estáis notando si gente nueva se une al proyecto? No hay mucho mod.
— No es rythm & blues, soul o garaje, es una guitarra eléctrica. Poca gente dice qué es esto, es la que no conoce a los Beatles. Notamos que hay público nuevo porque el tiempo trató a Brighton muy bien. Lo dejamos porque no era viable, no había futuro para nosotros. El tiempo ha colocado al grupo en un altar, y te facilita que se conozcan tus canciones.
— Entonces nada de volver por dinero, ¿no? je, je.
— No lo hemos hecho por dinero, hemos sido honestos, lo hemos hecho porque nos apetecía, Nunca estuviumos tan arriba como para que nuestra vuelta nos procure una vejez dorada, que nadie se preocupe ja, ja, ja.