Dos años después de Wrecking Ball el señor Springsteen vuelve con nuevo disco, pero esta vez elaborado a partir de lo que él denomina “algo de nuestro mejor material inédito de la última década“. Visto así, este trabajo bien podría haberse titulado “uncollected“, “covers and rarities” o algo similar. Porque además de temas inéditos, nos encontramos también con versiones y regrabaciones de canciones ya conocidas, como The Ghost Of Tom Joad.
High Hopes es una deslabazada amalgama de canciones con un poso quizá menos trascendental que en Working On A Dream o Wrecking Ball. Cosa que se agradece por una parte, porque de alguna forma se libera ál menos temporalmente- de ese peso autoimpuesto de ser “el cronista de América“. Pero por otra parte, el conjunto queda algo desigual, con algunas interesantes aportaciones, como la ya conocida American Skin (41 Shots), Down In A Hole o la versión de Suicide Dream Baby Dream. Como novedad principal tenemos a Tom Morello tomando un papel más preponderante que en ocasiones anteriores, pero sin terminar de acomodarse por completo a las composiciones.
Un trabajo que, si bien tiene momentos de interés, éstos no justifican un álbum completo de casi una hora de duración. A veces parece que el señor Springsteen tuviera un leonino contrato que le obligara a grabar y grabar continuamente, pero no suena realista para alguien de su posición, así que la otra explicación sería que quiere mantenerse ocupado y volver a la carretera lo antes posible. Sin embargo, a su música quizá le vendría mejor un tiempo de parón para volver a retomar su actividad compositiva desde otra perspectiva.
Texto: Juan Manuel Vilches