For inspiration
Come on
I’m waiting
Chorus:
Get into the groove
Boy you’ve got to prove
Your love to me, yeah
Get up on your feet, yeah
Step to the beat
Boy what will it be
Music can be such a revelation
Dancing around you feel the sweet sensation
We might be lovers if the rhythm’s right
I hope this feeling never ends tonight
Bridge:
Only when I’m dancing can I feel this free
At night I lock the doors, where no one else can see
I’m tired of dancing here all by myself
Tonight I wanna dance with someone else
(chorus)
Gonna get to know you in a special way
This doesn’t happen to me every day
Don’t try to hide it love wears no disguise
I see the fire burning in your eyes
(bridge)
(chorus)
Intermediate:
Live out your fantasy here with me
Just let the music set you free
Touch my body, and move in time
Now I know you’re mine
(intermediate)
(chorus lyrics)3 times, third time fading
“Buscando a Susan desesperadamente” fue la primera incursión en el cine de la Ambición Rubia, y posiblemente la más interesante, lo que tampoco es decir demasiado contemplando su nefasta carrera cinematográfica. Y es que la película de Susan Seidelman no pasaba del típico vehículo para el lucimiento de una estrella en alza en aquellos momentos, pero todo destilaba ese encanto de los ochenta que tanto quieren imitar ahora pero que pocos consiguen.
La B.S.O. no podía quedarse atrás, recogiendo la mejor cultura de club que se cultivaba en 1985, con ritmos dance, pop y funky para seducir al personal a bailar toda noche. “Into the groove” se convirtió rápidamente en uno de los himnos más aclamados en las pistas de baile, ya que contaba con todos los ingredientes para no contrariar al espíritu de la época. Hedonismo y frivolidad al servicio de la diversión más absoluta, con una letra que lo dice todo: como mezclar baile y amor en un mismo cóctel con el único objetivo de disfrutar. Al final todo se basaba en el placer, ese gran santo grial perseguido por todos los que vivían esos años hasta la últimas consecuencias, aunque en “Into the groove” también nos encontramos con cierta inocencia juvenil de alguien aún virgen en esos ambientes.
El productor de la canción es un habitual de Madonna durante los ochenta, Stephen Bray, con el que también tiene otro de sus grandes éxitos: “Express yourself”. Más habituado a los ritmos funky, en “Into the groove” se desmarcó con un tema dance-pop, cuando la música disco evolucionó a este estilo tan en boga durante aquellos años. Un estribillo infeccioso con una línea de base muy “Blue Monday” (una canción que había marcado época) y los omnipresentes sintetizadores finiquitan una de las mejores canciones de la artista, donde aún se le veía fresca y dispuesta a comerse el mundo (cosa que como todos sabemos, consiguió).