Cirilo — “Caminante” (2012)

Artista: Cirilo
Título: Caminante
Sello: Autoeditado
Fecha de publicación: 2012
Más información: http://www.myspace.com/cirilofeliz

Listado de canciones:

Tiempo
Volar
Detrás de ti
Mis pensamientos
Olvido
El fondo del mar
Arrepentida
Déjame verte
Otra chica más
Caminante
En algún rincón
Leyenda

Tras el nombre artístico de Cirilo encontramos un nombre, con apellido, deudor del primero: Cirilo Olivares, un artista nacido en Benidorm (Alicante) que comenzó su andadura musical en la formación Los Hongos. Éste proyecto musical, sin duda más personal, cobró vida allá en 2009, publicando su primer trabajo un año más tarde: Feliz. Un disco que le abrió las puertas el mercado estatal e inernacional.

Caminante es el nuevo álbum de estudio de éste músico que conjuga con un estilo personal el rock de los 80 con los sonidos fronterizos. Entre esas asociaciones que a los redactores nos gusta destacar podemos encontrar las de Ariel Rot, Andrés Calamaro, La Naranja China y el antiguo (y sosegado) Carlos Ann… Situándole, de este modo, en la órbita de los cantautores pop-rock. Y hasta aquí la reseña informativa.

Profundizando en aspectos más críticos comentar que se trata de un disco amable, pero con muy poco que destacar. Las letras son sencillas, con una significación narrativa un poco básica y previsible. Las estructuras melódicas conjugan variantes de estilo y forma pero tienden a la similitud, llegando a convertir la escucha en una monotonía primero para acabar derivando en una ambientación que peligra de ser ignorada. Y este es uno de los mayores peligros y riesgos que pueden amenazar a un disco, el de pasar de ser una obra creativa a convertirse en unas cuantas canciones concadenadas de fondo.

Y con esto no quiero afirmar que se trate de un mal disco, que nadie me malinterprete, simplemente hago referencia a que nos encontramos ante un trabajo correcto pero desprovisto de alma y emoción alguna. Y no dudo en que el artista haya metido las suyas en él pero, por desgracia, estas no se transmiten al oyente. Y es aquí donde la cosa falla.