O de como una canción olvidada puede resurgir de sus cenizas.
‘Gracias publicidad’ debió pensar Coque Malla hace un mes. La misma canción que dicen, rescató a Los Ronaldos y los volvió a juntar, y que ’homenajeó’ en su disco ‘La Hora de los Gigantes’ en versión acústico, es ahora uno de los temas más tarareados por los televidentes españoles.
Una importante firma de muebles baratos suecos, para no decir Ikea, descubrió el potencial que tenía el tema asociado a la decoración y la convivencia. Y ahora sus pasillos, están llenos de parejas ilusionadas, discutiendo, indecisas, resolutivas, apáticas o hipermotivadas, que tienen implantado en su cerebro un pequeño altavoz en el que suena en bucle la canción. Todo un éxito.
Tanto éxito, que Coque Maya ha decidido subirse a una azotea de Madrid y grabar un vídeo para que el éxito se sigua expandiendo.
¿Y qué tiene la canción? Primero, un ritmo cíclico que deja grabado el estribillo a fuego. Después, una letra que si llegas más allá del estribillo (una declaración de amor sin condiciones), es ácida, ’semimasoquista’, de rendición y entrega, en absoluto de cuento de princesas (princesas déspotas si acaso). Una mezcla que une a grandes y pequeños, y que resulta así: