Siete años han pasado ya desde su último trabajo, In The Arms Of God, que no tuvo un caluroso recibimiento por parte de crítica y público, pero que era un disco bastante interesante. Desde entonces, la banda no ha estado parada del todo, aunque desde luego la dedicación de Pepper Keenan a Down en los últimos años seguramente les hizo replantearse unas cuantas cosas y estar menos pendientes de la composición de temas nuevos. Con este nuevo disco homónimo tenemos delante otra vez a la formación de Animosity, lo que probablemente será un punto a favor para los aficionados más antiguos que estarán encantados con un sonido un poco más cercano al punk-hardcore de sus inicios.
El regreso de Mike Dean a las tareas vocales no ha supuesto una vuelta clara a los tiempos en que estaba al frente de todo esto. Dean es un vocalista enorme, pero en algunos temas se acaba echando de menos a Pepper Keenan. Y es que no parece que se haya dado ninguna explicación a esta extraña situación en la que Keenan sigue siendo miembro de la banda, pero no graba ni gira con ella de forma habitual… La buena noticia es que el grupo no descarta seguir como un cuarteto en cuanto Keenan pueda unirse de nuevo a ellos — de hecho ya lo hizo en algunos conciertos el año pasado- así que tiempo al tiempo.
Es aventurado meterse en estos terrenos, pero el título de la instrumental El Lamento de Las Cabras desde luego es sospechoso, sobre todo sabiendo que en 2011 compartieron escenario con la banda sevillana Orthodox, que tiene una canción en su primer álbum llamada El lamento del cabrón. Pero tampoco sería raro que una banda “grande” se inspirara en otra menos conocida, porque ¿no es curioso el parecido entre algunos fragmentos de Revelations y Desertores del rock? Curiosidades y cuestiones extramusicales aparte, la verdad es que si nos quedamos con las estructuras de la mayoría de las canciones lo cierto es que no hay mucha diferencia con lo que hicieron en America’s Volume Dealer o In The Arms Of God, como podemos escuchar en el comienzo con Psychic Vampire, River Of Stone y Leeches. Woody Weatherman, aunque quizá menos inspirado, sigue mostrando su gran trabajo y Reed Mullin, sin llegar al nivel de Stanton Moore, está en su sitio y hay que reconocer que el tipo tiene pegada y aporta peso al sonido de esta formación. El tema elegido como primer single, The Moneychangers, es uno de los que más tienen de aquel punk-hardcore de finales de los 80, junto con Rat City, otro de los mejores temas de este disco.
La personal mezcla de Metallica y Black Sabbath —en líneas generales- que Corrosion Of Conformity ha engendrado a lo largo de su carrera ha dado muy buenos frutos en los últimos diez años y este nuevo trabajo aporta frescura a un sonido que ya empezaba dar a dar muestras de cansancio. Aunque este nuevo álbum hubiera ganado en conjunto con una duración algo menor que eliminara un par de temas ciertamente mediocres, lo cierto es que el regreso de la banda después de tantos años de sequía discográfica supone una alegría. Y más, con temas como Your Tomorrow, The Doom o Time Of Trials.
Para la edición en vinilo se han incluido un par de temas extra: Canyon Man y The Same Way.
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Texto: Juan Manuel Vilches
Corrosion of Conformity — Corrosion of Conformity (2012)4 thoughts on “”