CIUDAD: Barcelona
LUGAR: Sala Razzmatazz
GRUPO: Accept
DURACIÓN: 120 minutos
INVITADOS: Damnations Day (30m.)
Accept protagonizaron en 2009 uno de los regresos más consistentes dentro del heavy metal si tenemos en cuenta los tres álbumes grabados desde entonces: Blood Of The Nations (2010), Stalingrad: Brothers In Death (2012) y Blind Rage (2014), con suficiente material de calidad como para “no vivir del pasado” como les sucede a muchas formaciones veteranas en su vuelta a la actividad tras años de silencio.
Con la seguridad de tener nuevas composiciones con gancho y un “fondo de catálogo” de auténtico lujo, Accept se lanzan a la carretera con la certeza del éxito y de contar con el respaldo de unos seguidores que han vuelto a confiar en los alemanes tras su errática trayectoria en la década de los noventa.
Afianzados en dos de sus miembros fundadores, Wolf Hoffmann (guitarra) y Peter Baltes (bajo), los más activos sobre el escenario, así como en otros dos componentes con años de experiencia en el grupo como son Herman Frank (guitarra) y Stefan Schwarzmann (batería), además de una quinta pieza encajada perfectamente en el engranaje del grupo, como el vocalista Mark Tornillo, Accept saltaron a escena plenamente convencidos de que iban a repartir emociones a raudales entre un público dispuesto a entregar su apoyo a los primeros acordes.
Y eso fue lo que sucedió en la sala Razzmatazz 1 de Barcelona, donde se registró una excelente entrada. Accept volvió a poner de manifiesto las cualidades que les auparon hacia el éxito mundial en la década de los ochenta, combinando con excelente criterio piezas de nuevo cuño con algunos clásicos infaltables.
Un primer bloque demoledor formado por “Stampede”, “Stalingrad”, “Hellfire” y “200 Years”, las tres primeras arrolladoras y la cuarta con un carisma que la hace especial, cargó el ambiente de adrenalina y dejó a los asistentes preparados para la primera dosis de nostalgia protagonizada por dos composiciones de su aclamado Balls To The Wall que fueron coreadas efusivamente… “Losers And Winners” y “London Leatherboys”, redondeando el momento con la interpretación de “Starlight” del lejano Ballbreaker (1981), constituyendo la mayor regresión hacia el pasado de todo el concierto y con la presencia de unas armonías a doble guitarra de Wolf y Herman que resultaron visual y sonoramente de lo más efectivas.
Evidentemente, en las canciones antiguas se notaban las diferencias entre el registro de Udo Dirkschneider, más agudo y estridente, con el de Mark Tornillo algo más grave y desgarrado. Lo que no fue un obstáculo para que el concierto resultase totalmente convincente.
La prueba de lo dicho al principio sobre la confianza de Accept en sus nuevas canciones quedó perfectamente plasmado en el siguiente bloque, “Dying Breed”, “Final Journey”, “Shadow Soldier” y “From The Ashes We Ride”, tres pertenecientes a su última obra y una de la predecesora. Destacó sobre todo una potentísima “Final Journey” que provocó agitados “movimientos humanos” en las primeras filas de la sala, mientras que las dos últimas resultaron los momentos más “calmados”, dentro de lo posible. Quizá aquí el recital tuvo un pequeño bajón de intensidad, aunque sin tiempo para asimilarlo porque el siguiente tema era uno de los esperados clásicos: “Restless And Wild”, seguido de otro del mismo álbum, “Ahead Of The Pack”, que mantuvo los ánimos en ebullición dentro del candente ambiente de la sala.
“No Shelter” constituyó un punto especial de la actuación ya que a mitad de su ejecución Beter Baltes y Wolf Hoffmann se enzarzaron en un duelo de instrumentos en el que uno trataba de seguir lo interpretado por el otro, mientras la batería de Stefan acompañada con un ritmo sostenido.
Acto seguido la concurrencia entró en éxtasis colectivo cuando sonaron los primeros compases de otra pieza imprescindible como es “Princess Of The Dawn”… y pocos se acordaron del buenazo de Udo a pesar de que Mark tenía que esforzarse lo suyo para que su garganta no fuera opacada por el muro de sonido creado por sus compañeros. De hecho, en algunos momentos de la presentación sus frases quedaron en el aire sin llegar de forma nítida a según que sector del público. En cambio, el sonido de los instrumentos fue en todo momento impecable.
Enfilando la recta final tocaron el último tema de Blind Rage, “Dark Side Of My Heart”, bastante convencional de entre los que conforman su nuevo disco. Pero “Pandemic” con su contagioso riff “marca de la casa”, borró cualquier síntoma de cansancio entre el personal que, a continuación exhibió su lado más salvaje al compás de las virulentas coordenadas de “Fast As A Shark”, hasta el punto de que hubo algún conato de pelea entre quienes se dedicaban al mosh y los más calmados y no habituados a este tipo de “ejercicios”.
En este punto, la sangre no llegó al río porque, una vez concluido el tema, la banda desapareció del escenario y la tarea de los presentes se unificó en pos de solicitar unos más que esperados bises. No tardaron en salir de nuevo a escena para interpretar los esperados “Metal Heart” y “Balls To The Wall”, en mitad de los cuales intercalaron “Teutonic Terror”, poniendo de manifiesto, una vez más, que algunos de los temas más actuales tienen también un significativo atractivo.
En cuanto a emotividad, “Metal Heart” superó a los otros dos bises en lo que resultó un final apabullante tras el cual, las dos horas de concierto apenas pesaban físicamente porque los alemanes consigueron algo imprescindible que no siempre se consigue y que es, mantener al público entretenido de principio a fin sin que se le pase por la mente el final de la actuación.
Individualmente, un hiperactivo Peter (con su viejo y descascarado bajo de mil batallas) y un Wolf de sonrisa permanente, llevaron el peso escénico, mientras Herman, como es habitual, se quedaba más estático en su posición a la izquierda. Asimismo, Mark cumplía con el protocolo de adelantarse cuando la canción lo requería y pasaba a una segunda posición mientras Peter y Wolf acaparaban el protagonismo. Detrás de todos, pero perfectamente visible debido a una plataforma que elevaba su batería unos metros del suelo, Stefan envolvía a sus colegas y al local entero con su constante aporrear.
DAMNATIONS DAY
Los australianos Damnations Day fueron los encargados de entretener a los presentes en espera de la salida de los protagonistas de la noche. Durante media hora, interpretaron seis canciones de su álbum debut de 2013 Invisible, The Dead. Comenzaron con el tema título y le siguieron, “The Meaning”, “I Am”, “Lucid Dreaming”, “Carried Above The Sun” y “The Reaper”. Su metal por momentos atmosférico no deparó demasiada espectación. Sus composiciones poco vistosas y algo complejas adolecieron de un plus de accesibilidad que las hiciera más digeribles para un público en sintonía con canciones más fáciles de asimilar.
SET LIST ACCEPT
01 STAMPEDE (Blind Rage)
02 STALINGRAD (Stalingrad)
03 HELLFIRE (Stalingrad)
04 200 YEARS (Blind Rage)
05 LOSERS AND WINNERS (Balls To The Wall)
06 LONDON LEATHERBOYS (Balls To The Wall)
07 STARTLIGHT (Breaker)
08 DYING BREED (Blind Rage)
09 FINAL JOURNEY (Blind Rage)
10 SHADOW SOLDIER (Stalingrad)
11 FROM THE ASHES WE RISE (Blind Rage)
12 RESTLES AND WILD (Restless And Wild)
13 AHEAD OF THE PACK Restless And Wild)
14 NO SHELTER (Blood Of The Nations)
15 PRINCESS OF THE DAWN Restless And Wild)
16 DARK SIDE OF MY HEART (Blind Rage)
17 PANDEMIC (Blood Of The Nations)
18 FAST AS A SHARK Restless And Wild)
BISES
19 METAL HEART (Metal Heart)
20 TEUTONIC TERROR (Blood Of The Nations)
21 BALLS TO THE BALL (Balls To The Wall)
CRONICA LOCKY PEREZ/FOTOS: HECTOR VILA RODRIGUEZ (Madrid)