Veinte años rockeando como pocos les avalan. Fu Manchu son, sin duda alguna, unos de los principales estandartes del stoner y desde que regalaran a la humanidad “Kept Between Trees” a principios de los noventa, no han cesado de facturar odas al headbanging con su particular sonido. En esta ocasión vinieron, a parte de para celebrar su añeja carrera, para presentar su nuevo disco, Sings Of Infinite Power. Una vez más han logrado reunir un puñado de trallazos a la altura de su demencial discografía. No de sus clásicos, claro, pero sí de los buenos temas que han parido desde siempre. Y una vez más los defendieron tocando como guerreros encabronados antes de desmembrar un ejército…
La noche comenzó con la amargura de quienes se dieron de cabezazos en la puerta contra el cartel de sold out. Moby Dick es una sala demasiado pequeña para un grupo como Fu Manchu, aunque también es cierto que en esta ocasión se superaron las expectativas ante la mediocridad de asistencia de la gira anterior. Siempre es un gustazo ver a un grupo de la talla de los californianos en un espacio reducido, pero cuando se hace en un lugar abarrotado como lo que fue la Moby el pasado 4 de febrero es inevitable sentirse oprimido por el agobio.
Al principio, como es lógico, se estuvo muy a gusto ya que con medio aforo lleno pudimos disfrutar de ese peculiar grupo elegido para telonear a Fu Manchu en las fechas españolas, llamado ¡Pendejo!. Son holandeses pero cualquiera lo diría y es que sus verdaderas raíces son latinoamericanas de modo que berrean en castellano. Nos presentaron su LP debut, Cantos a la Vida, que será editado en nuestro país a finales de este mes. Y por lo que pudimos escuchar en directo, promete grandes historias sobre el ron, la cirugía plástica y putadas contemporáneas, en general. Su sonido, básicamente una poderosa mezcolanza de riffs saturados y trompetas machaconas, compone un potente stoner algo desconcertante debido a su frontman. El Pastuso, que así se llama, emite unos graznidos heavies que, por un lado le otorgan una gran personalidad, y por otro tiñen de un toque un tanto paródico a la música del grupo. Pero bueno, lo importante es que “Juanita“, “Flotadores” y “Arrencho Vengo” caldearon el ambiente y nos hicieron pasar un buen rato.
Terminaron los holandeses latinos y subieron a escena los macarras de California. Seguros de sí mismos cogieron sobriamente las guitarras y en seguida comenzaron a dar leña. Tan compactos y eficaces como siempre, no tardaron en desplegar una rotundidad al alcance de pocos. Sus riffs monolíticos nos hicieron cabecear de principio a fin durante la escasa hora y cuarto que tocaron. Demasiado poco, sí. Y subjetivamente menos aún si contamos lo rápido que se nos pasó. Pero bueno, la calidad ha de prevalecer siempre a la cantidad. Y Fu Manchu saben como reventar oídos con una instensidad arrolladora y gracias a la gran selección con la que compusieron el set list, lo lograron una vez más.
Recibimos pogueando y con un imparable headbanging cada trallazo. Desde “Bionic Astronautics” a “Hell On Weels“. Desde “Evil Eye” a “Sleestak“. También hay que decir que los temas nuevos, como por ejemplo “Signs of infinite power“, suenan mucho más potentes sobre el escenario que en el disco y eso hizo que ahora me gusten más. Por supuesto el público enloqueció con una espectacular “Boogie Van” y la milimetralmente ejecutada “Mongoose” y por supuesto, la que fue la sorpresa de la noche, por decirlo de algún modo, “California crossing“. Y lo fue porque en Barcelona no cayó y su condición de clásico debería ser un tema obligado a tocar por los de San Clemente. Si bien es cierto que una carencia, suplida con creces por todas las demás virtudes, del energético Scott Hill y los suyos, es la ausencia de sorpresa e improvisación en su directo. Y también he de añadir que los parones entre canción y canción sompieron un poco con la fluidez del set, mitigando inevitablemente el engorile de la concurrencia.
Pero bueno, el caso es que, en lineas generales, fue un concierto muy digno y a la altura de lo que Fu Manchu significan en la historia del stoner. Tanto que no echamos en falta ni a Brant Bjork ni a Eddie Glass. Este cuarteto está lo suficientemente engrasado como para ser considerado por si sólo una auténtica apisonadora. Aunque en esta ocasión nos aplastó pero no nos mató. Tampoco es que tengamos ganas de hacerlo en sentido literal pero bueno, algo más de rabia en la puesta en escena la próxima vez tampoco les hará daño. A nosotros seguro que sí. Es lo que queremos, al fin y al cabo; ver como nos pulverizan huesos y oídos. Quizá nos hemos vuelto demasiado exigentes…Pero no, yo creo que no. Que son Fu Manchu, joder. Eso sí, por lo que a mí respecta, fiel hasta la muerte. Y la próxima vez que se asomen por el Estado, ahí estaré para seguir torturando mis cervicales.
Texto: Javi JB
Fotos: Charly RnR
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