Ya teníamos ganas de ver a Habeas Corpus subiéndose de nuevo a un escenario madrileño. En un principio, el proyecto de Riot Propaganda, junto a sus amigos de Los Chicos del Maíz, estaba previsto solo para la primera mitad del 2013, pero la acogida fue tan buena que acabaron alargándolo el doble de tiempo. Lógico, había que aprovechar el tirón por una vez que logran el reconocimiento que merecen.
Pero bueno, el caso es que teníamos ganas de un nuevo disco de estudio, sobre todo del patinazo que tuvieron con ‘O todo, o nada‘. Las expectativas estaban altas después de ese fantástico disco llamado ‘Justicia‘ y sin duda, el disco de hace tres años defraudó un poco. A nuestro pesar, su última referencia, ‘A este lado de la crisis‘, sigue una línea bastante similar. Por supuesto, tiene destellos de lucidez, y en su favor hay que señalar su heterogeneidad y el hecho de que, después de todos estos años, hagan lo que les viene en gana. Sin embargo, un sonido mediocre y canciones como la pseudo latina “Y te abracé” son francamente difíciles de asimilar. En cualquier caso, centrémonos en su puesta en escena, que eso es al fin y al cabo, lo que fuimos a ver el pasado 28 de noviembre a la madrileña sala Independance.
Un hecho indiscutible es que Habeas Corpus han perdido crudeza en el último lustro. Y eso que si algo nos ha dado algo la crisis, son razones para estar cabreados. Pero, de algún modo, nuestros queridos Habeas parece que se han domesticado desde aquellos conciertos en Ritmo & Compás o Jimmy Jazz en los que nos dejamos la piel con ellos. Sin embargo, resulta curioso y a la vez gratificante que, a pesar de todo y como están las cosas, ahora tengan más reclamo que antes. Puede que porque se trataba del concierto presentación de ‘A este lado de la crisis’, puede que beneficiados por el rebufo de Riot Propaganda o puede que porque su mezcla de rap core y punk a sus seguidores nos sigue resultando irresistible, la sala Independance prácticamente se llenó.
El carismático M.A.R.S. a la cabeza, fuertemente escudado por el otro miembro original de la banda, el guitarrista Mr. Chifly, el bajista Víctor y la última incorporación a la batería, Iker, dibujaron una buena selección de temas que representaran lo más granado de toda su carrera. Nos faltaron muchas y se nos hizo demasiado corto, pero eso es porque nos lo hicieron pasar en grande. Hubo tiempo tanto para clásicos tan intensos como “Otra vuelta de tuerca”, “A sangre y fuego”, “Cada vez más odio”, “Mano de hierro, guante de seda”, “Consumismo”, “En el punto de mira”, “Enterrado en vida”, “La razón del poder”, “Basta ya”, “Dios es una ilusión” o “Distancia“, como para dos versiones acogidas con mucho fervor: “No hay tregua” de Barricada y “Ellos dicen mierda” de La Polla Records. A título personal hubiéramos preferido “A mi familia” de Agnostic Front y “A dolor” de Motörhead, pero está claro que hubieran sido menos coreadas.
En cuanto a los temas nuevos, tocaron “Al antojo de las élites” y “Ay de los vencidos“, aunque los más celebrados fueron el single “A este lado de la crisis” y la balada hippie semi acústica “No es tiempo de llorar”, que hemos de reconocer que en el disco nos chirría bastante, pero en directo gana muchos enteros, sobre todo si la gente se anima a cantarla como fue el caso. Por lo demás, salvas contra los miserables que nos gobiernan, los opresores muros de las cárceles y las injusticias como el caso Alfon. Y para acabar ese cántico eterno que tanto gozamos cantando abrazados en camaradería: “Fascismo nunca más”, seguida de “Sois ejemplo“, que en boca de M.A.R.S., se convirtió en el lema de la noche. Habeas Corpus, grupo de riesgo, ahora y siempre.
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